La Casa Blanca descartó este miércoles que pueda pedir en un futuro pruebas de vacunación a los viajeros europeos o de otros países que quieran visitar Estados Unidos, y evitó dar pistas sobre cuándo podría levantarse el actual veto a la entrada desde la Unión Europea (UE).
"Esa no es nuestra intención", respondió la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, a la pregunta de una periodista de si el Gobierno estadounidense requerirá alguna vez que los visitantes a Estados Unidos, incluidos los de la UE, muestren pruebas de haber recibido una vacuna de la covid-19 para entrar al país.
La UE lleva semanas pidiendo "reciprocidad" a Washington para que los ciudadanos europeos completamente vacunados puedan viajar a Estados Unidos, de la misma forma que permite a los ciudadanos estadounidenses hacerlo a la inversa.
Las palabras de Psaki parecen alejar un acuerdo de ese tipo, y mantienen la incertidumbre sobre cuándo podría decidir Estados Unidos levantar las restricciones impuestas a la entrada de viajeros desde la zona Schengen y el Reino Unido.
Preguntada durante su rueda de prensa diaria por el posible fin de ese veto, Psaki reiteró que hay "grupos de trabajo" que están evaluando "cuándo se puede reabrir y hacerlo de forma segura", sin apuntar a una posible fecha para su decisión.
Aunque la vacunación comenzó antes en Estados Unidos que en la UE, la inoculación se ha ralentizado en las últimas semanas entre los estadounidenses, mientras que se ha acelerado entre los europeos.
Más del 60 % de la población adulta de la Unión Europea ha recibido ya al menos una primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 y el 41 % han obtenido la pauta completa.
Por su parte, en EE.UU., el 66 % de los adultos ha recibido ya un primera dosis y el 57 % cuenta ya con la vacunación completa.
La UE acordó en mayo abrir las fronteras a los viajeros de terceros países que estén ampliamente vacunados o cuya situación epidemiológica frente al SARS-CoV-2 sea favorables, lo que incluye a EE.UU.
Los países de la UE acordaron entonces permitir la entrada a las personas que se hayan vacunado 14 días antes del viaje con cualquier vacuna autorizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), si bien la decisión adoptada en Bruselas es una recomendación, ya que son los Estados miembros quienes tienen las competencias sobre el control de las fronteras.
La prohibición de entrada al país de los pasajeros procedentes de la Unión Europea fue impuesta por el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) en marzo de 2020 al comienzo de la pandemia, y mantenida por su sucesor, Joe Biden, cuando llegó a la Casa Blanca en enero de este año.