La Guardia Civil ha dado por cerrada la operación 'Izabela' con la detención de 20 personas, entre ellas un agente de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería), quienes fueron arrestadas el pasado mes de abril y quienes se habrían dedicado a la introducción de grandes cantidades de hachís con embarcaciones recreativas por puertos deportivos.
Los agentes se incautaron finalmente de 12 vehículos, cuatro embarcaciones recreativas, una moto de agua, documentación, dispositivos electrónicos, 2.125 litros de combustible, numerosos relojes y piezas de joyería, así como de 1.297 kilogramos de hachís en el marco de la operación por la que se puso a disposición judicial a todos los detenidos, los cuales quedaron en libertad con cargos después de que la Fiscalía no solicitara el ingreso en prisión para ninguno de ellos.
La operación se inició en octubre del pasado año con el remolque de un barco recreativo en costa almeriense que había resultado sospechoso con anterioridad y cuya proa estaba más hundida de lo habitual, según ha detallado el Instituto Armado en una nota.
Los agentes establecieron un dispositivo en el puerto deportivo de Aguadulce, en Roquetas de Mar (Almería) hacia donde era remolcada la embarcación. Una vez allí, observaron la actitud sospechosa de varias personas que podrían estar haciendo labores de vigilancia de actividad policial. Ante estos hechos, solicitaron al juzgado de guardia un mandamiento de entrada y registro para poder inspeccionar la nave.
En el interior se encontraron 41 fardos de arpillera y 18 garrafas de combustible, por lo que seis personas fueron detenidas --cuatro hombres y dos mujeres--, por un delito de tráfico de drogas. Como líder de esta organización se identificó a un ciudadano rumano con un "altísimo" nivel de vida y que poseía varias propiedades inmobiliarias tanto en España como en Rumanía, varias empresas y cuatro vehículos de lujo.
En el escalón inferior, se detectó a un matrimonio de la misma nacionalidad y de "máxima confianza" del líder. Ella se encargarba de dar instrucciones de éste, así como realizar los pagos al resto de los miembros y participaba en labores de seguridad durante los alijos, según las pesquisas. Ambos se repartían las ganancias con el líder.
COLABORACIÓN DE LA POLICÍA RUMANA
Asimismo, una amiga de la anterior se habría encargaría de la logística y vigilancia junto a su marido. En otro escalón estaría el patrón de la embarcación, el conductor del camión que lleva la droga a la guardería. Gracias al apoyo de la policía de Rumanía, de donde provienen los cabecillas de la organización, se pudo investigar también el patrimonio de éstos.
Los agentes conocían a la persona intermediaria entre los proveedores de la mercancía y la organización investigada y a otras organizaciones, siendo un personaje relevante en el mundo del narcotráfico.
Durante la investigación, la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una embarcación con bandera holandesa, la cual se encuentra a nombre de uno de los integrantes de la organización, podría estar realizando el abastecimiento de combustible a embarcaciones de alta velocidad.
Una vez en el puerto, los agentes hallaron dos fardos de arpillera y numerosas pastillas de hachís, por lo que se detuvo a los tres integrantes de su tripulación que formarían parte de la rama logística de la organización. Además existía otra rama que, mediante camiones, daba salida a la sustancia estupefaciente hacia Europa.
Uno de los miembros de la organización, el cual trabaja en una empresa de transporte y es marido de la encargada de la logística y la vigilancia, se encargaría de conducir el camión.
Conocida la manera de introducir la droga y el rol de todos los integrantes de la organización, se solicitó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Roquetas 13 entradas y registros en las localidades de Roquetas de Mar, Vícar, El Ejido, Adra, Garrucha, Rioja y Almería. En los registros participaron, además de los guardias civiles de OCON-SUR, agentes de la Comandancia de Almería, CRAIN, GAR y GRS.