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Juan Pérez Floristán: “Me sorprende que el ministro de Cultura no se haya enterado”

El pianista sevillano, Juan Pérez Floristán se ha alzado en Tel Aviv con el premio “Arthur Rubinstein”, uno de los más prestigiosos a nivel internacional

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El pianista sevillano Juan Pérez Floristán, durante una actuación.

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  • Yo empiezo a los 7 y a esa edad uno no elige nada, a mi me eligió la música y cuando crecí ya fui reflexionando sobre mi camino en la música
  • La creatividad en general está atacada en el sistema educativo. Las matemáticas son muy creativas y literatura igual pero no se hace de forma creativa

Juan Pérez Floristán es el primer español en llegar a la fase final del concurso “Arthur Rubinstein”, celebrado cada tres años en Tel Aviv y que viene a ser como los Oscars de la música. No contento con eso, se ha alzado con la victoria y vuelve a España como uno de los mejores músicos a nivel internacional.

¿Cómo recibe este premio?

–Siempre este tipo de sorpresas o de buenas noticias, nunca se dan por sentadas, fue una alegría. Yo aún no lo he asimilado del todo: entre que una noticia así no se llega a asimilar y luego que en Israel ha pasado lo que ha pasado… Y luego, muy cansado porque esto ha sido un proceso de año y medio debido a que el concurso se aplazó por el Covid. La primera y segunda ronda se grabaron en Berlín y ya los 6 finalistas estuvimos en Tel-Aviv, pasando siempre el confinamiento de 15 días que tienen para los extranjeros no vacunados y después teníamos la gira, que la hemos dejado a medias por los sucesos que están ocurriendo en Israel.

¿Qué significa dentro de su carrera?

–Ya este premio no me llega con 20 años, me llega con 28 y yo ya tenía una carrera, no he cambiado mi vida con este premio, pero sí es una ayuda, es una noticia bienvenida… no es un punto de inflexión o voy a intentar que no lo sea.

¿Cómo le llega su pasión por la música?

–El tener padres músicos no tiene por qué ser significativos de ser músicos y a mi no me lo impusieron. Yo empiezo a los 7 y a esa edad uno no elige nada, a mi me eligió la música y cuando fui creciendo ya fui reflexionando sobre mi decisión y mi camino en la música.

¿Siempre quiso ser pianista solista?

–No te creas… yo siempre he sido un culo inquieto. Desde pequeño he hecho música de cámara, he aprendido batería y ahora estoy aprendiendo arte dramático… pienso que la vida tiene muchas facetas y muchas cosas bonitas como para dejarlas pasar.

¿Qué piensa de que un músico con tantísima proyección como usted no tenga tanta visibilidad? ¿Falta culturizar?

–Es verdad que yo tampoco me puedo quejar porque yo toco mucho en España, si me he sentido muy profeta en mi tierra, pero luego te das cuenta de que las bellas artes no tienen mucha visibilidad. No sé si es un signo de los tiempos o ha sido una constante en nuestra historia, siempre han tenido que ser sostenidas por unos pocos. El público español me arropa mucho, pero yo he ganado uno de los premios más importantes de piano a nivel mundial y el ministro de cultura no sabe ni que yo existo… Más País Sevilla y el alcalde me han felicitado. Cada político tiene su agenda pero que el ministro de cultura no se haya enterado… no es que lo haya ganado yo, pero esto a nivel musical es de lo más grande.

¿Es complicado en nuestro país llegar a ser un buen músico?

–Es complicado ser artista en muchos países, pero vivimos en un mundo con un mercado laboral es complicado y todas las profesiones son complicadas… yo tengo amigos que estudian Medicina y para sacarse un MIR se las ven y se las desean. La explotación laboral y la subsistencia económica ya no es únicamente patrimonio de los artistas. También se ha masificado la oferta de pianistas que hay en el mundo, hay muchísimos. Ya ni siquiera porque no haya apoyo a las artes, sino porque hay muchas personas de todas las profesiones y hablamos de profesionales que han estudiado mucho y en muchos sitios, sobre todo pianistas, hay muchísimos pianistas buenísimos y jóvenes que a lo mejor no llegan a ser solistas.

A nivel educacional, ¿ocupa la música un buen lugar?

–No, ni la música ni las artes en general. La música debería ser obligatorio en los colegios, pero más aun debería serlo el teatro, la formación emocional del ciudadano, que se desarrolle las cualidades de los jóvenes. La creatividad en general está atacada en el sistema educativo. Las matemáticas son muy creativas y literatura igual, pero no se hace de manera creativa. No se pretende que los chavales sean creativos y se impliquen en las clases. Esto no es una cuestión de izquierda-derecha o de público-privado, aunque la privada sí trabaja más esta cuestión, por el hecho de que ellos saben que sus alumnos van de cara al mundo empresarial, pero todo es insuficiente. Hoy en día esto no tiene sentido.

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