Los ficus gigantescos que sombrean las plazas Cristo de Burgos (cuatro), Encarnación (dos) y Museo (dos), en el Centro de Sevilla, van a ser sometidos a una exhaustiva revisión con el fin de “minimizar el riesgo de caída de ramas”.
El ficus es una especie originaria de Tasmania, en Australia. Son árboles de gran porte y “peligrosos, porque tiran las ramas” en cualquier momento, afirma el director de Medio Ambiente de Parques y Jardines, Fernando Mora-Figueroa. El último accidente originado por la caída de una rama de ficus se produjo en San Jacinto, en Triana.
El servicio municipal ha licitado una asistencia técnica de 11.000 euros, adjudicada a la empresa Tecnigral, para que realice la inspección y para que ejecute medidas de prevención “ya sea por medio de sustentación de las ramas, cableados, anclajes, instalación de estructuras que puedan frenar caídas o cualquier otra opción lo suficientemente justificada que se pudiera proponer”, se dice en el pliego.
Estos ficus del Casco Antiguo serán incluidos en el catálogo de árboles monumentales y singulares tanto si son de titularidad municipal como si no que ha licitado el Ayuntamiento para tener una ficha detallada de todos ellos pero también para establecer criterios de protección en función de su historia, localización y porte, entre otros aspectos. Alrededor de un millar de árboles podrían entrar en este catálogo, en el que se trabajará durante 10 meses. En Sevilla hay censados algo más de 1.200 ficus según el Plan de Arbolado municipal.