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Ser bombera forestal en un mundo de hombres: “Como mujer tienes que demostrar más"

Con motivo del 8-M visibilizamos historias de mujeres que rompen barreras. Es el caso de Isabel Jiménez, la única mujer técnico de operaciones de la provincia

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  • Isabel Jiménez, bombera forestal. -

Isabel Jiménez sabe bien cómo es trabajar en un mundo de hombres. Natural de Ubrique, lleva muchos años viviendo en Jerez y es la única mujer técnico de operaciones-bombera forestal del Plan Infoca en la provincia de Cádiz. Trabaja en el Centro de Defensa Forestal (Cedefo) de Alcalá de los Gazules. Cuando hace 20 años superó las pruebas “éramos pocas, cuatro o cinco”. Ahora, siguen contándose con los dedos de las manos, pero “en casi todas las provincias hay alguna compañera”, indica. En aquel momento, reconoce, “era una chavalita joven”, de 25 años, que tenía y sigue teniendo a su cargo principalmente a trabajadores. “Imagínate, llegar a un mundo de hombres y con gente de campo”, explica entre risas para recordar sus inicios y situaciones que ha vivido por su condición de mujer y que tiene claro que no le hubiera tocado soportar a ningún compañero con su responsabilidad.

 “A mí han llegado trabajadores a decirme que si su mujer se entera de que le manda una mujer, no me deja venir a trabajar, o han llegado preguntado por quién era el jefe, y cuando he dicho que yo, no se lo han creído. También he llegado a subir escaleras y oír que me decían cosas. Como mujer tienes que demostrar más que un hombre. Te ponen a prueba”. Para ganarse el respeto de todos, Isabel se dedicó “desde el primer momento trabajar y hacer las cosas bien”. “Este es un trabajo peligroso, tienes que tener la cabeza fría para dar instrucciones -ella es la responsable y la que da la orden en el operativo que despliegan cuando van a extinguir incendios forestales a la hora de controlar la entrada y salida de los camiones y vehículos y realizar trabajos preventivos- “y ahora mismo soy uno más. No tengo problemas. Me gusta mi trabajo”, señala.

No obstante, no oculta su alegría de que “por suerte” cada vez coincida con más mujeres “cuando vamos a grandes incendios”, y de tener también a su cargo a compañeras camioneras y especialistas. Casi por inercia, le sale “protegerlas” porque se acuerda de sus inicios”. “Nos tenemos que apoyar entre todas”, apunta. Pese a todo, independientemente de algunos comentarios, “nunca” se ha sentido discriminada. “Aquí todos somos iguales, cada uno tenemos funciones distintas, aunque la orden la dé una mujer”, concluye. 


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