La Policía Nacional, la Policía Local de Vigo y la Guardia Civil organizaron el fin de semana un importante despliegue para abortar un secuestro cuya víctima resultó ser el objeto de una broma pesada por parte de sus amigos con motivo del día de su cumpleaños.
Los hechos, según han informado este jueves fuentes policiales, tuvieron lugar el pasado domingo cuando una mujer, ajena a la broma, informó que acababa de ser testigo de cómo dos encapuchados acababan de meter por la fuerza a un chico en el maletero de un vehículo en la zona de Zamanes.
La mujer, que llamaba desde su propio vehículo, relató que los dos encapuchados salieron del interior de una furgoneta de color blanco estacionada en el arcén derecho de la calzada y que se dirigieron hacia un chico que estaba de pie en la calle.
Segundos más tarde, una tercera persona que tapaba su cara con una braga salió de un automóvil estacionado a pocos metros del anterior y, tras abrir el maletero de su vehículo, se dirigió apresuradamente hacia los otros dos encapuchados para entre los tres abalanzarse sobre la víctima, maniatarla y meterla por la fuerza en el maletero.
La testigo dio la vuelta en redondo y volvió hacia los dos vehículos en el instante en que intentaban iniciar la huida, por lo que se incorporaron a la carretera detrás del automóvil que ella conducía.
En ese momento, mientras el turismo con los encapuchados hacía sonar el claxon para pedirle paso, la mujer llamó a la Policía para contar lo que estaba sucediendo, momento en que fue adelantada y pudo facilitar a los agentes el número de matrícula de los supuestos secuestradores.
Pocos después le adelantó también la furgoneta y al llegar a un cruce el turismo fue hacia Vincios y la furgoneta hacia Vigo.
Inmediatamente la Policía Nacional puso en marcha un operativo, con una dotación dirigiéndose hacia donde se encontraba la víctima mientras las demás buscaban a los presuntos secuestradores, al tiempo que se daba aviso a la Policía Local y a la Guardia Civil para coordinar la búsqueda, tanto en Vigo como en los ayuntamientos limítrofes.
La matrícula de uno de los vehículos permitió identificar a la empresa propietaria, así como al gerente, descubriéndose que habitualmente era utilizada por un empleado.
Al intentar contactar con él y ver que este no respondía al móvil, los agentes se pusieron en contacto con un familiar para indagar sobre qué podría haberle sucedido.
Mientras agentes de los tres cuerpos se entrevistaban con vecinos de la zona, así como posibles testigos, una dotación policial camuflada de Policía Nacional localizó al conductor de la furgoneta y a una segunda persona en la zona de Valladares.
Al interrogarlo, manifestó que todo lo que había sucedido era fruto de una broma de cumpleaños que le habían gastado a un amigo.
Para aclarar los hechos la Policía contactó con todos los implicados, a los que citó en la parroquia de Valladares para corroborar lo sucedido, llegando todos ellos a los pocos minutos.
Tras identificarlos, se comprobó que, efectivamente, se trataba de una broma y también que varios de los implicados habían incurrido en una infracción administrativa, ya que se habían saltado el cierre perimetral de su ayuntamiento, por lo cual fueron propuestos para sanción.