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Arcos

Un servicio de mediación pretende evitar la violación de la convivencia en Arcos

Hasta ahora las infracciones de los menores recaían en sus padres, cuando ahora se habilita un sistema para que los infractores tomen conciencia de sus hechos

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  • La delegada de Seguridad Ciudadana, María José González Peña. -

 Que los jóvenes dejen de cometer infracciones contra el patrimonio público o alteren la tranquilidad de los vecinos es el propósito del servicio de mediación que implanta la Delegación de Seguridad Ciudadana en Arcos dentro del recientemente aprobado Reglamento de Convivencia y Seguridad. Los infractores están llamados a participar en charlas, cursos formativos o en trabajos sociales para que conozcan la magnitud de sus hechos, como explica la delegada de Seguridad Ciudadana, María José González, frente a los actos incívicos que por desgracia son frecuentes en el municipio.

El Ayuntamiento de Arcos profundiza así en el nuevo reglamento de Convivencia y Seguridad Ciudadana aprobado en 2018, al habilitar un sistema claramente preventivo y didáctico para que los jóvenes  menores de edad dejen de cometer infracciones que alteren la vida de la ciudad o para que tomen conciencia del daño infringido. Desgraciadamente, se dan situaciones de agresiones contra el mobiliario público, ruidos en plena calle, depósito de excrementos de mascotas y otras que al fin y al cabo vienen a molestar a los demás. Consciente de esta situación, la Delegación de Seguridad Ciudadana pone en marcha un servicio de mediación dirigido por una persona experta para implementar acciones contra las infracciones tipificadas en el citado reglamento.

María José González espera que este servicio de mediación sea determinante para reducir las infracciones cometidas por los menores y que, en suma, despierte la conciencia colectiva.   La delegada asegura que esta negociación es “una buena herramienta” y recuerda que gracias al Reglamento de Convivencia y Seguridad Ciudadana se han producido denuncias sobre aquellas personas que, por ejemplo, rompen una papelera, un banco o o recogen de la vía pública los excrementos de los animales. Hasta ahora las sanciones sobre los menores de edad recaían directamente sobre los padres de los infractores, mientras que ahora existe una persona que media entre sus padres y madres y el Ayuntamiento, pues la violación de las normas requiere o un castigo o una medida correctora para que no se repitan las infracciones. “Es un beneficio para nuestra comunidad, tenemos que aprender a convivir unos con otros. Tenemos que saber que nuestros derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás; es algo que se debe aprender desde pequeño para que la convivencia sea mejor cuando sean adultos”, explica González Peña.

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