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Punta Umbría

Revelan que los leones de La Alhambra de Granada son distintos entre sí

El proceso de restauración de la fuente de los leones de la Alhambra, que culminará en 2010, desveló que cada una de las piezas tiene un peso, perfil, cabeza y talla distintos, así como rasgos distintivos que diferencian a unos de otros, lo que lleva a pensar que fueron elaborados por varias manos.

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  • La restauración de la fuente de los leones de la Alhambra revela que los leones son distintos entre sí. -
El proceso de restauración de la fuente de los leones de la Alhambra, que culminará en 2010, desveló que cada una de las piezas tiene un peso, perfil, cabeza y talla distintos, así como rasgos distintivos que diferencian a unos de otros, lo que lleva a pensar que fueron elaborados por varias manos.

Así lo adelantó ayer la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, que consideró éste un importante avance en el conocimiento de los rasgos artísticos de estos doce leones que hacen las veces de surtidores de agua de la fuente del patio más famoso del monumento nazarí.

Hasta el momento existía la creencia generalizada de que los leones eran iguales “o como mucho similares dos a dos”, según la presidenta del Patronato, que precisó que el estudio del león número 4, el primero que se sometió al proceso de restauración, ya apuntó a la posibilidad de un distinto tallaje de cada de una de las piezas.

El proceso de restauración ha arrojado datos que confirman que todos los leones tienen rasgos distintivos, que en unos casos es la posición de la cola, y en otros las patas –se ha evidenciado el interés de los escultores por tallar la huella de las uñas–, la boca o el tratamiento formal del rostro, ha explicado Villafranca.

En esta línea, una de las “sorpresas” que han arrojado los trabajos de restauración y conservación es la peculiaridad del león número 10, que es mucho más rico que el resto desde el punto de vista decorativo y ornamental.

En concreto, tiene en la cabeza una serie de huellas como lágrimas, un símbolo similar a “una pequeña voluta invertida” y una especie de bigote rizado en el rostro, según la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, que ha puesto el ejemplo de otro con unos perfiles “perfectamente delimitados”.

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