El PIB de la provincia sevillana caerá cerca de un 11% (10,8%) en este 2020 y, en el escenario más optimista, no volverá a los niveles anteriores al estado de alarma por el coronavirus hasta 2022. Ésta es la previsión del VI Barómetro Económico de Sevilla realizado por la Loyola Andalucía para el Consejo de Economistas de Sevilla. Un estudio en el que la incertidumbre impregna el escenario económico a corto y medio plazo.
Ante esta situación, los expertos abogan por mantener las políticas de estímulo, al menos, durante todo el próximo ejercicio, con el fin de amortiguar los daños y evitar destrozos irreversibles en el tejido productivo.
Aunque el turismo y el ocio son sectores decisivos en la economía sevillana, el Barómetro de la Loyola apunta a las exportaciones, sobre todo del sector agroalimentario y aeronáutico, como una tabla de salvación a tener en cuenta de cara a la recuperación. En los meses de mayo y junio, las ventas al exterior de la provincia de Sevilla superaron los 600 millones de euros, lo que supone un repunte de en torno a 140 millones con respecto al mes de abril.
En cuanto al mercado laboral, la tasa de paro en 2020 se calcula que rondará el 22%, llegando al 24% en 2021 como consecuencia de la caída de los ERTES y de la incorporación de nuevos demandantes activos de empleo.
Los economistas reconocen que la nueva normalidad económica la marcará la evolución sanitaria de la pandemia, que en España ha golpeado con especial virulencia en esta segunda ola.