Ante la creciente incertidumbre con la que se presenta la vuelta a las aulas el próximo mes de septiembre, "provocada por la inacción, la dejación, la falta de diálogo y la soberbia de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, la Marea Verde El Puerto, tras su reunión del día 7 de septiembre con personas de muchos sectores de la comunidad educativa local, cree necesario realizar una serie de consideraciones a las familias del alumnado que cursa estudios en los centros sostenidos con fondos públicos:
1. El extraordinario esfuerzo realizado por las familias de nuestro alumnado durante los meses de confinamiento merece reconocimiento público. Desde el pasado 13 de marzo y hasta la finalización del curso, se han visto obligadas a gestionar una situación extremadamente difícil. A pesar de los numerosos problemas que han sufrido, en ámbitos tan esenciales como el laboral, han desempeñado una labor de apoyo a la labor realizada por los docentes y supervisión del trabajo de sus hijos que se ha demostrado fundamental. Sin esa labor, estos últimos no habrían podido continuar el proceso de enseñanza-aprendizaje de forma satisfactoria.
2. Por desgracia, no todas las familias han contado con los recursos económicos y materiales necesarios para el seguimiento de un modelo no presencial de enseñanza: dispositivos electrónicos adecuados, conexiones a internet de calidad suficiente… Como ocurre siempre en estos casos, es el alumnado de familias más desfavorecidas el que más ha sufrido las consecuencias que la crisis sanitaria de la COVID-19 tuvo sobre el final del curso 2019/2020. Las desigualdades socioeconómicas se han acentuado y han provocado, en los casos más extremos, la total desconexión entre alumnado y escuela.
Por ello, apostamos con firmeza por la educación presencial. La experiencia profesional acumulada (y la situación vivida durante los meses de confinamiento no hacen sino reforzar esta convicción) nos indica que la presencialidad es la mejor forma de garantizar una educación de calidad, que compense las desigualdades socioeconómicas mencionadas y atienda correctamente a alumnado con necesidades específicas de atención educativa. Es la única manera, además, de contribuir desde la escuela a la construcción de una conciencia cívica y solidaria en nuestros niños y niñas y nuestros jóvenes, que ponga el bien común por encima de los intereses particulares, algo que la pandemia está revelando como fundamental.
No obstante, la vuelta a las aulas de forma presencial no puede llevarse a cabo como las autoridades andaluzas pretenden. Una vez más, afirmamos con rotundidad que las instrucciones aprobadas por la Consejería de Educación el pasado 6 de julio son insuficientes y, en la práctica, imposibles de cumplir. Sigue siendo urgente adoptar medidas que contemplen:
a) Una bajada significativa de las ratios en todas las etapas educativas. Con las actuales, consecuencia de los recortes realizados desde hace años en la educación pública andaluza, cierre de líneas incluido, resulta imposible mantener la distancia mínima de seguridad que la propia administración exige en otros ámbitos.
b) Para lograr una disminución de las ratios, el aumento real y sustancial de las plantillas docentes se convierte en condición sine qua non. La anunciada hace pocas semanas a bombo y platillo por la Consejería de Educación (6.300 docentes) resulta claramente insuficiente (el número de centros públicos y privados concertados en Andalucía ronda los 6.500).
c) También resulta imprescindible la previsión de la seguridad personal y la contratación de personal complementario y de limpieza en un número muy superior al anunciado por esa misma Consejería. De otra forma, atender correctamente a servicios como el comedor, las aulas matinales o las actividades extraescolares que los centros prestan para complementar la formación integral del alumnado y posibilitar la conciliación de la vida familiar y dar cumplimiento a las medidas de limpieza y desinfección señaladas por la Consejería de Salud y Familias, se convierte en poco menos que una quimera. En este sentido, en el de la limpieza y desinfección de los CEIP queremos recordar que compete al Ayuntamiento de El Puerto , por lo que también le exigimos que tome las medidas necesarias. El esfuerzo suplementario que exigen los protocolos COVID19 en cuanto a higiene y desinfección no puede caer sólo en las espaldas del actual personal de limpieza, colectivo muy precarizado en cuanto a horarios y funciones.
La importancia de ese aumento de plantillas, que consideramos indiscutible, permitiría también desarrollar programas de refuerzo y atención específica para el alumnado que, por circunstancias familiares y materiales, no pudo seguir el ritmo de trabajo durante el confinamiento y presenta, por ese motivo, algún tipo de desfase curricular.
d) Exigimos, así mismo, un protocolo sanitario claro que ayude a proteger a nuestro alumnado, a sus familias y a todos los profesionales que desempeñan su labor diaria en los centros escolares, y que nos indique qué pasos se deben seguir en el caso de sospechas de contagio por Covid-19 en algún miembro de la comunidad educativa. El diseño, la supervisión y la aplicación de este protocolo debe recaer en manos de personal sanitario con la formación necesaria.
Por todo lo expuesto, Marea Verde El Puerto quiere realizar un llamamiento a las familias para que no permanezcan impasibles ante la situación de incertidumbre e inseguridad que, de no producirse ningún cambio, caracterizará la vuelta a las aulas. Resulta crucial que las familias de nuestro alumnado tomen la iniciativa y organicen cuantas acciones e iniciativas consideren necesarias para exigir a la administración competente que la vuelta a las aulas se produzca con unas mínimas garantías de seguridad. Contarán, para ello, con todo nuestro apoyo y nuestra colaboración. Sólo así, movilizando al conjunto de la comunidad educativa, seremos capaces de proteger su salud, así como el derecho de niños y niñas a recibir la mejor educación posible".