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Erasmus: entre las ganas y las dudas

A pesar de las condiciones sanitarias, muchos estudiantes comienzan estos días su plan de movilidad en diferentes puntos de Europa con mucha incertidumbre.

  • Imagen de la llegada de los autobuses que trajeron de Polonia a 108 estudiantes de Erasmus. -

Septiembre siempre ha sido un mes frenético para los estudiantes. La vuelta a las aulas pisando los talones con muchos estudiantes realizando una carrera casi contrarreloj para llegar a tiempo. Un caso en el que los preparativos se hacen más insistentes es el de los Erasmus. Unos estudiantes que deciden trasladarse a otro país para continuar con sus estudios y aumentar, no sólo su currículum, sino su experiencia vital. Este año, con el aditivo de que las condiciones sanitarias no son las más adecuadas para marcharse con total tranquilidad, el aceptar esta beca, se ha convertido en una completa hazaña que no todos están dispuestos a llevar a cabo.

 

Una movilidad pendiente de la actualidad

“De momento sólo se han programado las movilidades dentro de la Unión Europea ya que son las que admiten estudiantes ahora mismo”, comenta Rafael Jiménez, vicerrector de Internacionalización de la UCA. Asegura además que “de momento no se ha contemplado ningún rechazo de esta beca durante este curso, porque ya los estudiantes sabían cuál era la situación”.

La sorpresa fue durante el pasado curso. Muchos estudiantes se encontraban fuera cuando el estado de alarma y su consecuente confinamiento dejaron a toda la sociedad en sus casas. Esto provocó que la gran mayoría tuviera que quedarse en su destino hasta que la situación cesara. Estas becas Erasmus que no llegaron a realizarse por la crisis sanitaria, “no van a retomarse, aunque se tratan de casos puntuales. La mayoría quieren realizarla”, según el vicerrector de movilidad.

 

La ilusión y las ganas vencen al virus

A pesar de lo vivido, la situación similar que vivimos no ha hecho que los estudiantes se amedrenten. Muchos de ellos se han armado de valor y de ganas para emprender este viaje que recordarán para siempre. Es el caso de varios estudiantes del grado de Marketing que ya se encuentran realizando su plan de movilidad en un pueblo francés. Algunos de estos estudiantes denuncian la dejadez sufrida por parte de la UCA, sobre todo en estos últimos meses, en los que las dudas que surgían en torno al viaje que iban a emprender se multiplicaban. “Hemos ido resolviendo las dudas que surgían a través de un grupo de WhatsApp donde estábamos todos los que tenemos esta beca”, comenta una estudiante del grado. Además, aseguran que no han sido informados por correo, “no hemos recibido información ninguna por parte de la Universidad. Nos la han proporcionado a cuentagotas y tras insistir mucho”.

 La UCA ha elaborado un documento en el que se daban ciertas directrices sobre la realización de estos planes de movilidad. En él, se detallaban ciertos aspectos como los retornos o las repatriaciones de los estudiantes que se encontraban dentro del plan de movilidad así como de los que van a embarcarse en el mismo. En ese documento, aseguraban que se habían  “encargado mascarillas UCA-Erasmus para entregarlas a todas las personas que inicien movilidades entrantes o salientes”. Por parte de los estudiantes que ya han iniciado estas becas en el extranjero aseguran que “ojalá las manden, pero no sabemos nada. Llevamos nosotros las nuestras”.

 

La otra cara de la moneda

Otro caso es el de las becas Erasmus que han sido suspendidas. Las ilusiones de muchos estudiantes que han querido realizar sus estudios en universidades extranjeras se han visto desarmadas por la crisis sanitaria. Es el caso de las movilidades que son fuera de la Unión Europea. “Estas movilidades se realizarán cuando la situación a los países de destino lo permitan, ya que actualmente las fronteras con ellos se encuentran cerradas”, asegura Rafael Jiménez.

El devenir de la situación sanitaria decidirá la realización o no de los planes de movilidad previstos para el segundo cuatrimestre. Desde la Universidad, apuntan que “en el caso de que se complique la situación, se pospondrá la movilidad y los que ya se encuentren allí, seguirán en destino atendiendo a los ajustes que haga la universidad que corresponda”. En el contexto actual, la propia Universidad de Cádiz mantiene que “es indispensable, ahora más que nunca mantener la comunicación con la universidad de destino para actuar rápidamente ante cualquier incidencia que pueda surgir”. De cara al futuro, también se ha creado ya un nuevo programa Erasmus para el próximo año que contempla la mitad de la formación de manera presencial y otra mitad a distancia.

Irse de Erasmus ya de por sí es una completa aventura. Los que van a emprenderla este año tienen por delante un doble reto. Por un lado, protegerse del Covid y combatir con las dudas que surgen en este panorama de incertidumbre, y por otro, disfrutar de esta ocasión.

 

Un rechazo al Erasmus que se extiende por otras universidades andaluzas

A pesar de que la Universidad de Cádiz no ha contemplado entre sus becados Erasmus un rechazo a las plazas, otras universidades, como la de Sevilla, si que han visto mermadas sus plazas debido al miedo. Un caso es el de una alumna de la Facultad de Arquitectura que ha tenido que decir “adiós” a su beca por el miedo y la incertidumbre que provoca la situación. Ella misma asegura que no es el único caso de rechazo por miedo que existe en su facultad.

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