El tiempo en: Marbella
Viernes 17/05/2024  
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Jerez

Movimientos de cachalotes en el mar Mediterráneo

Uno de los peligros en todo el Mediterráneo es el impacto del tráfico marítimo

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Advertisement Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • Cachalote, en aguas del Estrecho de Gibraltar. -
Los cachalotes son una de las especies de cetáceos más grandes del mundo, no en vano, del grupo de los odontocetos, es el de mayor tamaño. En el Estrecho se ven con asiduidad en primavera y verano, y se alimentan a grandes profundidades esencialmente de calamares. Hasta el Estrecho llegan de la zona Mediterránea a para alimentarse en las zonas más profundas, donde se encuentra su plato preferido, el calamar.

El cachalote es el odontoceto (cetáceo con dientes), más grande del mundo. Es uno de los gigantes que se pueden observar en el Estrecho de Gibraltar junto con su primo el rorcual común, segunda ballena más grande del mundo. Este animal tiene el récord de la inmersión más duradera, ya que se puede quedar más de dos horas bajo el agua para comer calamares en zonas muy profundas llegando hasta los 3.000 metros en el Atlántico.

Los cachalotes del Estrecho hacen inmersiones de unos 35 minutos y se quedan descansando unos 10 a 15 minutos en superficie entre inmersiones. Sabemos que pueden bucear por lo menos hasta los 600 metros en el Estrecho, gracias a estudios acústicos utilizando los sonidos o clicks emitidos por los cachalotes cuando buscan sus presas.

Los cachalotes utilizan dos tipos de clicks, los primero son los de eco-localización que les permite situarse en el espacio y encontrar sus presas. Son sonidos emitidos a intervalos constantes que funcionan como el sonar de un barco, enviando una onda que rebota en los objetos y vuelve al cachalote, dándole informaciones sobre la distancia y el tipo de objeto encontrado.

El segundo tipo de clicks se llama coda y es un modo de comunicación entre individuos de la misma especie. Los codas son diferentes según las poblaciones con lo cual permite diferenciar poblaciones de cachalotes entre ellas, gracias a su uso de los diferentes codas.

Poniendo un hidrófono en el agua se puede conocer la presencia de cachalotes, e incluso la población a la cual pertenece o su posición en el espacio en tres dimensiones que es el mar.

Estudios genéticos demostraron que los cachalotes del Mediterráneo son diferentes de los del Atlántico Norte-Oeste y del Mar del Norte, los individuos del Estrecho forman parte de la subpoblación Mediterránea.

Trabajos de foto-identificación nos permitieron encontrar el mismo individuo en Mónaco en 2003 y en el Estrecho en 2006, lo que confirmó los estudios genéticos sobre la procedencia de los cachalotes de nuestras aguas.
El individuo Juanillo fue avistado por primera vez del 12 al 22 de agosto de 2003 en la costa de Mónaco, cerca de la frontera con Francia, y luego en el Estrecho del 18 al 22 de agosto de 2006 (ver foto).

Los análisis genéticos de las muestras de cachalotes del Estrecho demostraron que los individuos eran machos, midiendo unos 12 a 15 metros con lo cual se supone que son machos subadultos ya que los adultos alcanzan los 18 metros.

Esto pasa en otras partes del mundo, donde las hembras se quedan con las crías en aguas tropicales y los machos se dispersan en aguas más templadas o más frías. Se suelen avistar de abril a agosto en nuestras aguas, con individuos como Champi un cachalote que se ha visto durante cada año entre 1999 y 2009.

Uno de los peligros que les acechan en todo el Mediterráneo es el impacto del tráfico marítimo, aunque cachalotes como Juanillo se han avistado en las dos zonas de tráfico marítimo más intenso del Mediterráneo que son el Estrecho y la zona entre Mónaco y Córcega.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN