Nos encontramos en una situación excepcional a causa del COVID-19, que está afectando a todos los ámbitos de la vida, incluido el fútbol. Los jugadores, se tienen que ejercitar por el momento de manera individual, pero tienen que cumplir un protocolo de seguridad cada vez que acceden a El Rosal.
Los futbolistas llegan de manera escalonada y separada a El Rosal, tienen que hacerlo con guantes y mascarillas y se les toma la temperatura uno a uno.
Tanto los jugadores como el cuerpo técnico tienen un aparcamiento asignado, y deben llegar vestidos ya con la ropa de entrenamiento.
Los futbolistas no se duchan en El Rosal, lo hacen en sus casas, por lo que depositan en unos contenedores una bolsa biodegradable que contiene la ropa que usaron el día anterior.
Cada jugador tiene asignada una parcela en el campo, y cada material que use (balones, picas, conos, etc.) tiene que ser desinfectado al acabar su entrenamiento.
Por último, antes de marcharse a casa, y sin usar los vestuarios, los jugadores recogen una bolsa biodegradable con la ropa que tendrán que ponerse al día siguiente para ir a entrenar a El Rosal.