El sector del turismo da por perdido al menos el 80 % del negocio del año, una vez que la facturación de la Semana Santa, que suele representar en torno al 15 %, ha caído a cero y que las previsiones para la campaña de verano, que suma en torno a 70 % de la facturación, son poco halagüeñas. Un sector vital que queda tocado por la crisis del coronavirus, que amenaza a la economía española con el mayor desplome desde la Guerra Civil.
Encontraremos un abismo económico importantísimo y habrá muchas empresas que no logren salir”La ciudad de Cádiz, por ende, se está viendo muy perjudicada, ya que la economía local depende en gran medida del sector turístico. La capital está siendo golpeada con dureza por esta crisis, empezando por el puerto gaditano cuyas pérdidas en número de cruceros supera la docena. Más de 18.000 pasajeros que no han pisado nuestras calles y que han dejado de inyectar casi 800.000 euros en nuestros comercios, teniendo en cuenta que el gasto por cada crucerista ronda los 45 euros.
Los sectores hosteleros, turísticos y cultural, serán sin duda los que más lentamente se recuperen de esta crisis. No obstante, el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, ha apuntado que "si se es capaz de empezar a funcionar en junio, hay que salvar con el turismo nacional”.
Sin embargo, los propietarios y gestores de este tipo de actividad no lo ven tan claro. Luisa Barrios, gerente del bar La Casapuerta, cree que la situación va a ser difícil de afrontar, “porque va a ser una recuperación bastante lenta” y cree que "habrá poco turismo nacional” porque “la gente va a tener pocas vacaciones -debido a que muchas empresas han obligado a sus trabajadores a consumir esos días-, por lo tanto pienso que los clientes serán mayormente locales”.
Aunque distintas asociaciones están trabajando para hacer campañas e iniciativas para ayudar a la hostelería, Luisa piensa que esta debería ser mayor. “Por ejemplo en el tema del alquiler, los horarios, el hecho de sacar el vaso a la calle… todo esto debería flexibilizarse para ayudarnos a levantar cabeza, porque en definitiva somos los hosteleros los que hemos mantenido la economía de la ciudad en los últimos años”. En cuanto a la vuelta a la normalidad, cree que va a ser muy lento; “aunque los gaditanos nos olvidamos muy pronto de lo malo, el hecho de controlar en un espacio cerrado las distancias y la cantidad de gente, si esa fuera la medida final, va a resultar bastante difícil a la hora de empezar y retomar el negocio”.
Una de las atracciones turísticas más importante de la ciudad es la Torre Tavira que recibe centenares de visitantes al día. Aunque desde el pasado 13 de marzo la invade el silencio y la soledad. En lo que llevamos de confinamiento sus labores se reducen a mantener las redes sociales y estar en contacto permanente con los clientes. “Nos siguen llegando reservas que vamos atendiendo y al ser para más adelante las ponemos en standby, ya que tenemos muchos clientes extranjeros, el 60% aproximadamente, y como son muy previsores pues nos llegan reservas para noviembre o diciembre. De momento estamos contestando advirtiendo que no sabemos lo que pasará”, nos cuenta Belén González Dorao, Gerente de Torre Tavira. Según Belén uno de los problemas es el desconocimiento, “porque nos vemos ante unos mercados muy volátiles, escenarios muy cambiantes donde es difícil planificar”.
Además, también considera que la normalidad tal y como la conocíamos “no va a volver”. “Tendremos otra realidad, otro escenario del que ahora mismo conocemos muy poco. El futuro es totalmente incierto, pero sí que encontraremos un abismo económico importantísimo y habrá muchas empresas que no logren salir”. Para evitar eso debe ponerse en marcha la maquinaria de las ayudas a las empresas. “Lo primero es salvar a la población, hay que apoyar a los trabajadores, pero si no apoyamos a las empresas no habrá trabajadores obviamente. Si las empresas nos morimos tampoco habrá trabajadores que salvar. Por ello creo que es fundamental, y no solo al sector turístico, sino a todas las empresas”.
Otra de las actividades que abundan en Cádiz son las culturales. En este ámbito entran muchas pequeñas empresas, como por ejemplo 1d3milhistorias, dedicada a la divulgación histórica y del patrimonio donde destacan las rutas y visitas. “Ahora mismo estamos completamente parados y, a día de hoy, creemos que la campaña de verano está también prácticamente perdida”, nos cuenta Francisco Sevilla Pecci, uno de sus gerentes. “Empresas como la nuestra se ven abocadas a reciclarse o a esperar y resistir”. Para Francisco “una vuelta a la ‘normalidad’ de manera escalonada podría salvar a muchas entidades privadas del sector turístico-cultural. Dando la posibilidad de realizar nuestras actividades a la población local, luego a la regional y por último a la nacional”.
Desde 1d3milhistorias creen que “las pequeñas y medianas empresas estamos abandonadas. El gobierno de la nación puede tener buenas intenciones pero hay, entre otras cuestiones, una burocracia tan inmensa cuya lentitud y trámites puede dejar por el camino a muchas entidades”. “Por otro lado no tenemos la capacidad de presión que las grandes empresas de otros sectores, entiéndase construcción e industria”.
José Manuel Serrano Cueto, autor de la saga literaria ‘Cádiz oculto’, puso en marcha su pequeño negocio en Cádiz hace menos de un año, a finales de junio de 2019. Se trata de la ‘Casa del Terror y lo Fantástico Cádiz Oculto’. José Manuel piensa que “no hay que ser ni excesivamente optimista ni tan pesimistas como para pensar que el verano está totalmente perdido”. Una de las acciones que prevé es que habrá pocos viajes de gaditanos a otras ciudades y países en los próximos meses debido a la situación económica, “nuestros vecinos van a estar en Cádiz este verano por lo que tenemos que dotar de contenido la ciudad, convertirlos en turistas y que seamos nosotros mismos quienes salgamos a conocer nuestra ciudad”.
Respecto a las ayudas económicas, tanto del Gobierno central, de la Junta de Andalucía o del propio Ayuntamiento de Cádiz, piensa que “no pueden darse sólo ahora de manera puntual, sino que deberían permanecer durante bastantes meses, o incluso un año, porque esto no podemos reflotarlo nosotros solos”.
Todas las ramas de actividad en estos sectores se encuentran ahora mismo en mínimos, con situaciones muy delicadas en bares, restaurantes, turismo, cultura, ocio y espectáculos que vinculan la plena recuperación al momento en que haya vacuna o medicamentos eficaces contra el coronavirus. Confían también en que las administraciones contribuyan económicamente a la recuperación.