Un 80 por ciento de los alrededor de 400 establecimientos hoteleros y alojamientos turísticos de la provincia de Granada, con un total de unas 32.000 plazas, ya está cerrado, según datos facilitados a Europa Press por la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo.
Fuentes de esta organización empresarial han indicado que la norma imponiendo el cierre de hoteles y alojamientos, publicada por el Ministerio de Sanidad a última hora de este jueves esta norma en un Boletín Oficial del Estado (BOE) extraordinario en el marco de la declaración del estado de alarma por el impacto del Covid-19, era "ansiada" por el sector.
En Granada capital, la mayoría de los hoteles está cerrada en la práctica, y tres de ellos se ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias, como son el Nevada Palace y el Recogidas de la cadena Abades, y el Luna. En la Costa, algunos tramitan la salida de los huéspedes que quedan alojados en sus instalaciones, lo cual, con esta nueva norma, será más fácil al posibilitar el desalojo por causa de fuerza mayor, disminuyendo el riesgo de posibles denuncias.
Asimismo, según la federación provincial, que preside Gregorio García, la norma facilita a las empresas la acogida a ayudas especiales y a expedientes de regulación temporales de empleo, partiendo de la base de que en Granada hay "miles de empresarios" con alrededor de cinco trabajadores, cuya situación se agravará conforme avance la crisis.
A esta "buena acogida", los empresarios siguen sumando reivindicaciones relativas a financiación, alquileres y desahucios, y moratoria de hipotecas. Han hecho llegar también a Diputación y ayuntamientos como el de la capital su petición para que se suspenda el cobro de tasas como la de la ocupación de la vía pública por terrazas, o del impuesto de actividades económicas.
COMIDAS PARA ESCOLARES
Asimismo, en colaboración con el Ayuntamiento de Granada, la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo está facilitando las comidas que normalmente reciben en los colegios unos 600 niños de la capital en situación o riesgo de exclusión social. En concreto, los empresarios han aportado frigoríficos a los centros municipales de los barrios para que Servicios Sociales garantice los menús sin que se rompa la cadena frío-calor.