La comparsa de Dos Hermanas se presentó en el Gran Teatro Falla con un tipo de fantasía que no conectó con el público y que tampoco desarrolló bien en la presentación.
El primer pasodoble, en el que intentaron hablar de la democracia en nuestro país, dejó al público algo frío en el remate. En el segundo critican a la Iglesia haciendo una mezcla de temas religiosos que cuesta seguir para entender el sentido de la letra.
Los cuplés tampoco encontraron el éxito esperado: al Satisfyer y a las infusiones. El popurrí, desgraciadamente, no elevó el nivel.