La provincia de Jaén volvió a aumentar su saldo migratorio con el extranjero en el primer semestre de 2019. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, este saldo, que mide la diferencia entre las personas foráneas que entraron en la provincia para establecer su residencia y las que emigraron fuera del país, tuvo un signo positivo de 500 personas. En los dos semestres anteriores había sido de 183 y 82 personas, respectivamente. De esas 500 personas, casi la mitad (218) procedieron del continente africano, destacando Marruecos, con 128 migrantes. Otros 203 llegaron desde Sudamérica y 86 desde países de la Unión Europea.
Mientras tanto, el saldo migratorio interprovincial o interno, el que resulta de restar los emigrantes que van hacia otras regiones a lo que es la cantidad de inmigrantes recibidos de otras regiones, ascendió a -1.317, un signo negativo algo inferior al de los dos semestres anteriores, de -1.395 y -1.442, respectivamente. El flujo de inmigración procedente del extranjero fue en el primer semestre de 2019 de 1.042 personas, una cifra sensiblemente mayor a los 814 que se computaron en el mismo periodo del año anterior. Mientras tanto, la emigración al exterior fue de 542 personas (inferior a los 720 del primer semestre de 2018), de los que 224 emigraron a otras provincias españolas, 69 a Sudamérica y 61 a distintos países de la UE. En cambio, el flujo de migración interprovincial, los que salieron hacia otras provincias, fue de 3.965. Destacaron los 545 con destino a Madrid, 512 a Granada, 293 a Córdoba, 222 a Almería, 186 a Barcelona, 180 a las Islas Baleares o los 158 a Alicante, entre las más significativas.
La población residente en Andalucía creció un 0,23% en el primer semestre del 2019, lo que supone un incremento de 19.157 personas con lo que los habitantes de la comunidad son 8.446.561, según datos del INE. En el conjunto nacional, la población alcanzó los 47.100.396 residentes en julio del 2019, la primera vez que se superan los 47 millones de habitantes, según los datos del INE. Y ello gracias al efecto del crecimiento vegetativo, del saldo migratorio con el extranjero y del saldo migratorio con otras comunidades.
