El Málaga CF empató este martes 1-1 en el partido de la sexta jornada liguera en Segunda División ante el Rayo Vallecano en el Estadio La Rosaleda en un duelo que pudiera haber sido de Primera.
Los instantes iniciales dibujaron a un equipo de Martiricos muy bien posicionado, con las ideas muy claras y el balón en los pies. Tan claro tuvieron las directrices los jugadores blanquiazules que la primera oportunidad llegó en el 3, por medio de Adrián González, con un disparo desde la izquierda que se marchó por poco.
Pero fue en el 7 cuando llegó el primer tanto (1-0). Fue en una jugada trenzada, de esas que gusta a los entrenadores: un contraataque de libro que materializó a puerta vacía Miguel Ángel Garrido Cifuentes Cifu tras un pase de seda al segundo palo de Adrián.
El Málaga demostró con el trascurso de los minutos que las sensaciones iniciales no eran pasajeras y que estaba mucho mejor plantado que su rival sobre el césped de La Rosaleda, controlando los tiempos y haciendo daño con la presión defensiva.
Destelló el Rayo liderado por Adrián Embarba con algunas jugadas que pusieron en jaque a la escuadra local y a Munir, quien salvó el empate con una gran parada en el 27. Aunque las pérdidas en el centro del campo lastraban a los rayistas y todo el peligro malaguista se creaba desde la medular para intentar encontrar los huecos a la contra, el encuentro llegó al descanso sin cambios en el marcador.
La segunda parte arrancó con un Rayo mucho más agresivo y con mayor control del esférico. La presencia de los visitantes en el área malagueña era constante y en el 52 remató con la derecha Embarba a un medido centro al segundo palo de Sául para poner el empate en el luminoso (1-1).
Lejos de despertar, el Málaga siguió sin reaccionar y Munir tuvo que volver a despejar otro centro rayista. Los madrileños dominaban ante un dormido conjunto local. Una enrarecida jugada en el área blanquiazul se saldó con una tarjeta amarilla para Juankar tras una dura entrada a Trejo.
Empezaron a circular los cambios en la plantilla de Víctor Sánchez del Amo para reactivar a un conjunto que necesitaba ganar para paliar la difícil situación interna por la que pasa. Recta final Una tímida reacción blanquiazul impulsada por la afición empujó al Málaga al área visitante, donde tuvo más presencia en los últimos quince minutos.
A balón parado lo intentó el conjunto local sin suerte. Ya no existía la misma claridad para combinar en ninguno de los dos equipos; el cansancio apareció sin ser invitado y el encuentro empezó a ser un correcalles. Al final, reparto de puntos.