Los niños onubenses vuelven hoy a las aulas para empezar un nuevo curso que, antes de arrancar, ya ha provocado verdaderos quebraderos de cabeza a muchos de su profesores.
Los problemas han estado ligados al proceso de colocación de efectivos, según denuncian representantes sindicales a Viva Huelva.
Prado Rodríguez, responsable del sector de Educación de CSIF en Huelva, explica que las plazas para cubrir interinidades que se dieron en junio “fueron lamentables y escasas”, tanto que interinos con años de años de antigüedad quedaron fuera de las adjudicaciones.
La semana pasada se lanzó la oferta de vacantes y sustituciones y el proceso ha despertado multitud de quejas entre los profesionales. En este sentido, la secretaria de Acción Sindical de la Enseñanza Pública de CCOO, Juana Soltero, asegura que el procedimiento de colocación de efectivos para este curso se ha desarrollado “fatal”.
El concursillo, durante el que se gestionan las peticiones de comisiones de servicio de los funcionarios, ha sido un “desastre”, según Soltero, y ha habido infinidad de fallos en las convocatorias para la cobertura de vacantes. “Han convocado incluso a gente que no tiene que acudir”, dice la sindicalista, incidiendo en que “la colocación ha estado muy alterada”.
Los sindicatos achacan los desajustes al cambio de gestión en la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía aunque advierten que, en cualquier caso, el sistema de colocación sigue siendo el mismo de años anteriores.
Aunque la valoración la tendrán que hacer con calma, las dos sindicalistas coinciden en que la oferta de vacantes ha sido “escasa”. En lo que respecta a interinidades, apunta Rodríguez, han salido 20 plazas de Infantil y 28 de Primaria en Huelva, una de las provincias con menor oferta.
Es cierto, admiten las dos, que las actuales son promociones correspondientes a años de baja natalidad pero lo ideal, afirman, es que se aprovechase este periodo para disminuir la ratio en las aulas.
“Ha habido supresión de unidades”, dice Rodríguez, que deberían haberse mantenido para bajar el número de alumnos por clase. Muchas de estas supresiones, relacionadas con el desplazamiento de docentes, apunta, se hacen de forma “enmascarada” al no constar como tales.
Además de reducir la ratio y aumentar las plantillas, apunta Rodríguez, los retos para este curso deben ser “mejorar las instalaciones”, solucionando problemas como la falta de climatización en muchos centros, y “modernizar equipamientos y materiales didácticos”. La apuesta debe pasar, en definitiva, por “dignificar la función docente”, concluye Rodríguez.