"Nadie quiere morir. Nosotros no estamos defendiendo la muerte en sí misma, estamos defendiendo la vida, la vida sin sufrimiento", es el alegato de más de un millón de personas que se ha escuchado esta mañana frente al Congreso de los Diputados, donde se ha urgido a los políticos a que aprueben la despenalización de la eutanasia.
Lo han hecho con el registro en la Cámara Baja de más de un millón de firmas recogidas a través de la plataforma change.org en tres iniciativas que buscan apoyar la regulación de la eutanasia y mostrar su respaldo a Ángel Hernández, que ayudó a morir a su mujer, María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple.
Antes de la entrega de las firmas, Ángel ha urgido a los políticos a poner en marcha cuanto antes esta nueva legislatura y a aprobar la despenalización de la eutanasia, algo que -ha recordado- apoya la mayor parte de la sociedad (más del 70 %) y también la mayoría de los parlamentarios.
"Se trata de que nadie vuelva a pasar por lo mismo que ha pasado María José, porque ella ya ha dejado de sufrir, y yo no voy a sufrir más viéndola así, pero hay muchas 'marías josés' y muchos 'ángeles' que están pasando esta situación y tienen que aprobarlo cuanto antes porque el sufrimiento está ahí y no pueden aguantar más", ha afirmado.
Ángel ha advertido de que será "la mosca cojonera" de los políticos hasta que se apruebe la eutanasia.
Precisamente en la pasada legislatura el PSOE presentó un proyecto de ley, que en su primer trámite contó con el respaldo de toda la Cámara Baja, excepto del PP y la abstención de Ciudadanos, pero que no pasó de la fase de presentación de enmiendas parciales y se vio salpicada por las acusaciones de los socialistas a estos dos partidos de "bloquearla" prorrogando "sucesivamente" el plazo.
La petición en change.org en apoyo a Ángel lleva recogidas más de 600.000 firmas y fue impulsada por Marcos Ariel Hourmann, el primer médico condenado en España por haber practicado la eutanasia.
"Queremos que este millón de firmas sean una demanda a los políticos, porque son ellos los que tienen que legislar, defender y escuchar a la gente y hoy por hoy no lo hacen", ha lamentado Hourmann.
Ha recordado que mientras los políticos discuten, hay gente que sigue sufriendo y ha explicado que la aprobación de la eutanasia no significa estar en desacuerdo con aquellos que "comprenden que el buen morir es de otra manera, como mueren hoy".
"El tema es escuchar a aquellos a los que su sufrimiento no da para más y que entienden que acabar con su vida es la única salida que tienen porque nadie quiere morir, no estamos defendiendo la muerte en sí misma, estamos defendiendo la vida, la vida sin sufrimiento", ha subrayado.
También ha acudido a esta entrega de firmas la familia de Maribel Tellaetxe, paciente de alzheimer que durante los últimos doce años de su vida pidió a su familia que no permitiera que su cuerpo y su mente llegara a deteriorarse del todo.
Su hijo Daniel ha conseguido reunir más de 300.000 firmas para pedir a los representantes políticos que legislen por la calidad de vida de los ciudadanos y respeten los derechos y libertades individuales "empezando por el derecho a la libertad, el derecho a la integridad física y mental y el derecho a la dignidad".
"Como dice Marcos Hourmann en su obra teatral: en este país los desahucios matan y es legal, la pobreza energética mata y es legal, las listas de espera y los recortes en sanidad matan y es legal y al señor Ángel por mimar, amar, cuidar y liberar a su esposa de un sufrimiento lo condenan", ha lamentado.
Se ha dirigido a los políticos y les ha dicho: nosotros hicimos nuestro trabajo hace dos meses y medio, acudimos a las urnas y dimos nuestro voto, creo que es hora de que hagan ellos el suyo.
"Que nos permitan a cada uno de nosotros decidir cómo, cuándo y por qué queremos dejar de vivir", ha aseverado.
También la viuda de Luis de Marcos (enfermo de esclerosis múltiple), Asun Gómez, ha subrayado que la vida y la muerte están por encima de ideologías. "Que piensen en la sociedad como personas y no como escaños, que legislen y se despenalice el derecho a disponer del final de la propia vida".
Porque -ha insistido- "como amamos la vida, queremos que se despenalice el derecho a disponer del final de la vida de cada uno".