La historiadora del arte y escenógrafa Pau Ferrer ha protagonizado recientemente una conferencia en el Ateneo de Sevilla, en la que ha defendido la "historia y valor" del antiguo puente basculante de Alfonso XIII, construido con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, propiedad del Puerto e instalado en una parcela colindante a la avenida de la Raza, abogando por "retomar" la idea de volver a instalarlo sobre el Guadalquivir para que conecte el entorno urbano de la antigua planta de Altadis y el Paseo de las Delicias.
En declaraciones a Europa Press, Pau Ferrer ha explicado que su ponencia, celebrada el pasado lunes, versó en principio sobre la historia de este antiguo puente basculante de Alfonso XIII o simplemente "de hierro", legado de la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929.
El puente, como ha recordado, fue cerrado al tráfico rodado y humano en 1992 al ser sustituido por el puente de las Delicias, en 1998 fue desmantelado junto con la demolición de sus pilares y tramos más extremos, y tras pasar unos cinco años en el muelle de las Delicias, en 2003 fue depositado en un espacio vallado ubicado en la avenida de la Raza, perteneciente a la Autoridad Portuaria, que ostenta la titularidad de esta infraestructura metálica que otrora formaba parte del paisaje fluvial de Sevilla.
Si bien el puente no goza de una declaración de bien de interés cultural (BIC) ni está inscrito en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz, sí contaría con un nivel de protección "global" a través del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla, pero simplemente por su ubicación en el sector Puerto del Conjunto Histórico Artístico de la ciudad.
El destino de este emblemático puente basculante, así como su estado de conservación, sobrevuela cíclicamente el debate público de la ciudad.
En 2012, por ejemplo, el Ayuntamiento desestimaba las alegaciones promovidas por la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa), Ecologistas en Acción y la asociación 'Planuente', para que la modificación puntual del plan especial de protección del subsector 27.3 del Conjunto Histórico hispalense, relativo a las instalaciones portuarias, "mantuviera la protección integral" del antiguo puente y fijase un emplazamiento "definitivo" para él, según un documento de la época recogido por Europa Press.
LOS "EXPOLIOS"
Años después, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz concluía una queja de oficio emprendida en 2014 por los "diferentes actos de expolio" sufridos por aquel entonces por el puente, señalando el "robo masivo de las barandillas de hierro y de las bolas características que decoraban los pasamanos" de esta obra de ingeniería industrial, toda vez que en diciembre de 2016, el Ayuntamiento hispalense aprobaba un convenio de colaboración con la Autoridad Portuaria, para acometer un análisis conjunto de las alternativas para la puesta en valor, conservación e integración del antiguo puente.
Ahora, tras abrir una nueva queja de oficio la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz y desembarcar el exconcejal capitalino Rafael Carmona en la Presidencia de la Autoridad Portuaria, el futuro de esta obra de ingeniería ha vuelto al debate público.
Al respecto, Pau Ferrer ha recordado en su conferencia que tras ser cerrado en 1992 al tráfico mecánico y humano, el puente de Alfonso XII fue desmantelado en 1998, cuando además fueron "dinamitados" sus pilares y tramos más cercanos a ambas orillas. A partir de entonces, como ha rememorado, estuvo depositado en el muelle de las Delicias hasta que en el verano de 2003 fue traslado a su actual ubicación, no sin controversia sobre ello.
PIEZA DE "ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL"
Su ponencia, en ese sentido, incluía un llamamiento a "valorar los restos de este puente, que por desgracia no está completo", como una pieza de "arqueología industrial" que "merece un trato muy diferente" al "olvido, deterioro y abandono" al que a su juicio está sometido.
Así, Pau Ferrer ha insistido en la "historia" que tiene tras de sí esta obra de ingeniería civil que, según ha rememorado, gozaba de "una protección de nivel A" allá por los años 90 y que actualmente está "olvidado" por las instituciones, porque sigue sin haber "nada" tangible para su restauración y recuperación.
A colación, esta historiadora del arte ha desgranado las diferentes propuestas barajadas para la recuperación de este antiguo puente metálico, toda una serie de "oportunidades perdidas" porque pese al debate público y político relacionado con el destino de los restos del puente, "no se ha hecho nada". A tal efecto, y pormenorizando cada una de las propuestas, ha mostrado su preferencia por volver a instalar este puente sobre el brazo urbano del Guadalquivir, como pasarela entre la zona de Los Remedios correspondiente a la antigua fábrica de Altadis y el Paseo de las Delicias.
"Es lo mejor desde los puntos de vista estéticos e históricos, porque estaría cerca de su lugar original", ha defendido, sin oponerse a la idea de la instalación del puente en el tramo de la dársena correspondiente a San Jerónimo y considerando que la propuesta de rehabilitarlo y acondicionar su actual enclave para su uso como mirador "al menos sería algo".