Standard and Poor's ha decidido este viernes mantener la calificación de España en notable bajo (A-) con perspectiva positiva, ya que tiene dudas de que de las próximas elecciones generales del 28 de abril vaya a salir un Gobierno con un mandato efectivo, dada la fragmentación política.
En su informe, la agencia de calificación de riesgo ve improbable que en estas circunstancias se puedan acometer en el corto plazo las reformas estructurales que considera que necesita la economía española para afrontar desafíos como la elevada tasa de paro o el déficit de la Seguridad Social.
No obstante, la agencia asegura que el comportamiento de la economía española sigue siendo bueno, ante lo que prevé que el crecimiento sea del 2,2 % este año -igual que el Gobierno- y augura que el avance del PIB se mantendrá por encima de la media de la zona del euro hasta 2021.