El índice de precios de consumo (IPC) registró en febrero una subida anual del 1,1 %, una décima más respecto a la inflación interanual de enero, debido fundamentalmente a la evolución de los precios de los carburantes.
Según la información confirmada este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la aceleración de una décima de la inflación anual se debe a la subida de los carburantes en el último año, frente a la bajada registrada el año anterior, lo que encareció los productos relacionados con el transporte.
De esta forma, la inflación interanual interrumpe la tendencia decreciente iniciada en noviembre pasado, cuando se moderó seis décimas en un solo mes (del 2,3 al 1,7 %). Desde entonces ha seguido moderando su ritmo de crecimiento hasta el 1 % de enero, su nivel más bajo en un año.
La variación anual del indicador adelantado del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro-, fue también del 1,1 %, una décima más que el mes anterior.
La evolución mensual muestra que los precios de consumo se recuperaron el 0,2 % durante este mes, una décima más que en febrero de 2018, y después de que en enero pasado cayeran un 1,3 % en gran parte debido a la campaña de las rebajas.
El IPCA de febrero también coincide con la medición general que hace el INE de la evolución de los precios de los bienes y servicios de consumo adquiridos por los hogares españoles, al mostrar un incremento de los precios del 0,2 % en este segundo mes del año.
Volviendo a datos interanuales, se observa que el repunte de la inflación al 1,1 % se debe al encarecimiento de la energía, pero también de los alimentos frescos, lo que explica que la inflación subyacente, que excluye ambas partidas, se haya quedado en el 0,7 %, su nivel más bajo desde julio de 2016.