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Savia nueva para las viñas de Chiclana

Un total de 24 jóvenes han iniciado las prácticas de la escuela taller ?Viñas de Chiclana?, tanto en las tareas en el campo como en el interior de la bodega Cooperativa

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  • Dos alumnos de la escuela taller ?Viñas de Chiclana? transportan la uva recogida para su posterior transporte hasta la bodega. -
A pesar de que el cultivo de la vid comienza a convertirse en un trabajo del pasado, Chiclana siempre será conocida en el mundo, además de por las playas y el turismo, por el excelente caldo que las viñas han producido durante décadas. Ahora que la crisis en el sector ha llegado a su punto más elevado, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía colaboran en una iniciativa dedicada a la formación de nuevos viticultores, la escuela taller Viñas de Chiclana.

Tras seis meses de clases teóricas en la que los 24 alumnos de la escuela han aprendido nociones básicas del trabajo en la viña y en el lagar, los jóvenes aprendices han iniciado unas prácticas que se prolongarán durante los próximos 18 meses. Así, la mitad de los alumnos han cambiado los apuntes por las tijeras de podar y han comenzado las labores en el campo, aprovechando el periodo de vendimia. “Se trata de un trabajo un poco duro porque la uva hay que recogerla y las labores del campo tienen que llevarse a cabo sin faltas, pero se trata de una profesión muy bonita”, comenta José María, mientras recoge los racimos de uva en una viña del Llano de las Maravillas.


A pesar de que el trabajo en el campo siempre ha estado relacionado con el hombre, hasta cinco chicas no dudaron en iniciar este curso y, por supuesto, realizar los trabajos de recogida de la uva, labranzas y podas de las vides. “Somos capaces de hacer lo mismo que los chicos. Aunque los primeros días fueron muy duros, incluso con agujetas, ahora vemos que no es tanto como dicen”, manifiesta Yolanda, que desempeña su trabajo junto a sus compañeras María y Lidia Soledad.

Una vez finalicen la campaña de recogida de la uva moscatel, los jóvenes alumnos que se han especializado en esta rama de la viticultura tomarán unos días de merecidas vacaciones en el campo, antes de iniciar los trabajos para preparar las viñas de cara al próximo año. “Una vez finalicemos la vendimia, tenemos que esperar hasta que llegue el momento adecuado para realizar la poda de las plantaciones, una actividad para la que ya hemos realizado clases prácticas”, aclara Óscar.


Trabajos en la bodega

Aunque el trabajo en el campo es fundamental para que los vinos chiclaneros sean reconocidos dentro del Marco de Jerez, las labores dentro de las bodegas también cuentan con especial importancia para que los caldos lleguen a su punto álgido antes de su venta a los consumidores. De esta forma, los otros doce alumnos que forman parte de la escuela taller Viñas de Chiclana también han iniciado su periodo de prácticas en las instalaciones de la bodega Cooperativa Unión de Viticultores Chiclaneros. Así, divididos en dos turnos durante la época de vendimia, los jóvenes realizan labores de análisis del mosto, limpieza de las instalaciones para mantenerlas conformes a las exigencias sanitarias y embotellado del vino chiclanero. “La limpieza es el trabajo más duro, pero también es gratificante ver cómo gracias a nuestro trabajo, los consumidores pueden disfrutar de un vino de calidad”, aclara Isabel, que, acompañada de Miriam, se encarga de estudiar los caldos en el laboratorio instalado en el interior de la bodega.

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