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Sevilla

El condenado por el crimen de Amate, a juicio por otra violación

La Fiscalía de Sevilla pide 15 años de cárcel para M.A.F.D., actualmente en prisión por matar e intentar violar meses antes a una mujer, cuyo cadáver quemó

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  • El condenado por el crimen del Parque Amate. -

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla juzgará este martes a Miguel Ángel F.D., nacido en Badajoz en septiembre de 1978, como presunto autor de un delito de agresión sexual y un delito leve de lesiones contra una mujer en agosto de 2017 cuando ésta practicaba footing en el Parque Tamarguillo de la capital andaluza. Este juicio llega mes y medio después de que el encausado fuese condenado a 14 años de prisión por la misma Audiencia por matar e intentar violar a una mujer en julio de 2017 en el Parque Amate de la ciudad hispalense.

La Fiscalía de Sevilla solicita por los hechos acaecidos la noche del 28 de agosto en el Parque de Tamarguillo una pena de 15 años de prisión para Miguel Ángel F.D., así como prohibición de aproximarse a la víctima, A.F.G., a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro donde se encuentre a una distancia inferior de 500 metros; y comunicar con ella durante un periodo de 20 años. Por el delito leve de lesiones, el Ministerio Público reclama dos meses de multa con una cuota diaria de diez euros.

Igualmente, la Fiscalía, según su escrito de acusación al que ha tenido acceso Europa Press, reclama una medida de libertad vigilada por plazo de diez años una vez cumplida la pena privativa de libertad; así como que el encausado, que actualmente se encuentra en prisión por el crimen del Parque Amate, indemnice a la víctima con 75.561,45 euros por las lesiones físicas y las secuelas psicológicas derivada de los hechos.

Según el relato de los hechos de la Fiscalía, sobre las 21,15 horas del 28 de agosto, Miguel Ángel F.D., quien también fue condenado por la Audiencia Provincial de Mérida en junio de 2006 a nueve años y seis meses de prisión por un delito de agresión sexual, se encontraba caminando por el Parque del Tamarguillo, mientras A.F.G. practicaba footing en sentido contrario a su marcha.

Al cruzarse el acusado con ella, "de manera sorpresiva", le golpeó fuertemente en el hombro izquierdo haciéndole caer al suelo. A continuación, cuando la mujer trató de levantarse, el acusado con la intención de vencer su resistencia le propinó un fuerte puñetazo en la cara que le hizo caer de nuevo al suelo donde la agarró fuertemente del cuello para levantarla a pulso.

Este momento fue aprovechado por la víctima para tratar de huir corriendo, lo que no consiguió al ser alcanzada por el acusado que la sujetó fuertemente por el pelo tirando de ella hacia atrás hasta que cayó al suelo para de este modo arrastrarla hasta hacerle caer por un terraplén y una vez en el fondo del mismo de nuevo sujetarla con fuerza pasándole su brazo por el cuello.

Sujetándola de esta manera la arrastró unos 200 metros hasta situarse junto a un canalón subterráneo donde le conminó para que entrase. Ante la negativa de la víctima a hacerlo y pese a las suplicas de ésta, el acusado la arrojó nuevamente contra el suelo, la colocó boca abajo ejerciendo fuerza sobre ella para impedirle cualquier movimiento y "le ordenó que no se le ocurriera gritar ni pedir ayuda, manteniéndola así varios minutos hasta que llegó la noche".

Una vez oscureció, el acusado, "movido por el ánimo de satisfacer sus libidinosos deseos", despojó a la mujer del pantalón de deporte que llevaba y de la ropa interior y se dirigió a ella diciéndole "te voy a follar por delante y por detrás", ordenándole a continuación que se quitase la camiseta y el sujetador y que "se pusiese a cuatro patas para entonces situarse sobre ella y comenzar a restregar su pene contra su cuerpo".

Inmediatamente después le ordenó que se tumbase boca arriba y que no le mirase. Una vez ella, "viéndose incapaz de cualquier defensa, hizo lo que el acusado le ordenaba", éste se colocó sobre ella, le tapó a la cara para impedir que le viese echándole el pelo sobre los ojos y colocándole su camiseta en la cara "comenzando entonces a lamerle todo el cuerpo al tiempo que se dirigía a ella de manera vejatoria con el ánimo de así aumentar su satisfacción, preguntándole si tenía un hombre en casa y qué le gustaba hacer con él". Finalmente el acusado penetró vaginalmente a la mujer hasta llegar a eyacular.

Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió lesiones y heridas en diferentes zonas de su cuerpo como su cara, espalda, piernas y brazos. Éstas lesiones requirieron para su sanidad tan sólo de una primera asistencia facultativa y tardaron en sanar 15 días, cinco de ellos de pérdida temporal de calidad de vida moderada.

Además, y consecuencia de los hechos, la mujer presenta sintomatología compatible con trastorno por estrés postraumático de tipo agudo. Al tiempo de los hechos el acusado, a pesar de ser consumidor habitual de sustancias tóxicas, presenta una capacidad de conocer y querer conservada.

Miguel Ángel F.D. fue detenido el 2 de septiembre de 2017 por la Policía Nacional por estos hechos, cuya investigación permitió esclarecer su vinculación con el crimen del Parque Amate, por el que fue juzgado por un jurado popular el pasado mes de noviembre y condenado un mes más tarde por la Audiencia Provincial de Sevilla a 14 años de cárcel.

Los miembros del jurado lo consideraron culpable de matar e intentar agredir sexualmente el 27 de julio de 2017 a una mujer en el Parque Amate de la capital hispalense, tras lo que quemó el cuerpo de la víctima "con la intención de ocultar cualquier vestigio biológico".

Tras el veredicto, fue condenado, por un delito de agresión sexual en grado de tentativa con la agravante de reincidencia en concurso medial con un delito de homicidio, a 14 años de prisión y el pago de una indemnización total de 160.400 euros al hijo y a los padres de la víctima.

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