La juez decana de Barcelona, Mercè Caso, ha considerado un "gran error" que el acto de este lunes de entrega de despachos a los nuevos jueces, que se forman en la Escuela Judicial de Barcelona, se realice este año en Madrid por primera vez desde que se abrió el centro de formación en la capital catalana en 1997.
Caso, que fue profesora de la Escuela Judicial, ha dicho: "Es muy desalentador para los que trabajamos aquí y que queremos a la escuela. Y yo creo que, si se ha producido, debería ser una circunstancia única y el año que viene se deberían volver a dar aquí".
El acto de entrega de despachos se celebra este lunes en Madrid y será presidido por el Rey, y según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se ha trasladado por la coincidencia este año de la celebración del 40 aniversario de la Constitución Española, que supuso la creación del CGPJ, con sede en Madrid.
La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en nombre de jueces y fiscales que ejercen en Cataluña, expresó en diciembre su "profunda decepción" por la decisión, en un acuerdo aprobado por unanimidad.
JUZGADO DE DELITOS LEVES
La juez decana también ha explicado que prevé que a principios de febrero entre en funcionamiento el nuevo juzgado de instrucción en servicio de guardia para enjuiciar exclusivamente delitos leves, que permitirá reducir la lista de juicios por hurto pendientes en la ciudad, donde este tipo de delitos aumentaron un 19% en 2018.
Ha afirmado: "Pienso que a principios de febrero será una realidad", de cara a que se pueda dar respuesta a la lista de juicios por hurto pendientes, que se están señalando hasta diez meses después, cuando estos delitos prescriben en un año, y en realidad se pueden celebrar de forma inmediata.
"No podemos esperar mucho más", ha advertido, ya que teme que pueda ocurrir la situación de que un juez no tenga más remedio que declarar prescrito un delito, lo que para ella sería un problema enorme por el mensaje de impunidad que se lanzaría a los delincuentes.
SEGURIDAD
Sobre la petición del CGPJ para que el Ministerio de Interior y la Generalitat diseñen un plan integral de protección a jueces y edificios judiciales, la decana ha valorado: "Desde la mirada de los que estamos aquí ha sido una perspectiva exagerada".
Caso ha expresado que los jueces no se sienten amenazados: "Lo que sí que es verdad es que la incertidumbre que sobre todo el año pasado nos rodeó no ayuda a trabajar con la serenidad", aunque ha visto inaceptables casos concretos como el del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena.
LAZOS AMARILLOS
Sobre el uso de lazos amarillos en el ámbito jurídico, la decana de los jueces considera que hay diferenciar "muy claramente" el uso de estos lazos en función del acto.
Según ella, en un juicio oral debe garantizarse la "imparcialidad y neutralidad absoluta" del espacio, lo que exige que este lazo no se lleve en el momento del juicio, aunque sí puede usarse en otros espacios.