Efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) de la Policía Local de Málaga han rescatado a una hombre de 66 años, vecino de Málaga, que quedó atrapado en un pequeño barranco junto a la orilla del pantano del Agujero al intentar rescatar a su perro que lo acompañaba mientras realizaba senderismo por la zona.
Los hechos ocurrieron días atrás, cuando, tras avisar a través de llamada telefónica de su situación, los policías locales reiteraron la llamada para que facilitase más datos de su situación, no recibiendo respuesta, por lo que incluso llegaron a contemplar la posibilidad de que el hombre se hubiese despeñado en el intento de rescatar a su perro.
Una vez en el lugar, los agentes emprendieron la búsqueda por las diversas bifurcaciones de los carriles de la zona, ya que la persona al llamar a la Sala del 092 solo pudo indicar que se encontraba en un carril terrizo en la orilla del pantano, a unos dos kilómetros de la Finca de la Concepción, no aportando ningún dato más, según ha informado la Policía Local en un comunicado.
Los agentes iniciaron la búsqueda por la zona de barbacoas, contigua a Haza Carpinteros-Parque Periurbano, sin obtener resultado en un primer momento. Ayudándose de unos prismáticos, se dirigieron a la zona opuesta al pantano entrando por el Camino Comitre y después de unos tres kilómetros de carril comenzaron a llamar a viva voz al senderista atrapado desde una zona alta, logrando que este les oyera y respondiera a los gritos de llamada de los agentes.
El hombre manifestó que estaba desfallecido debido a las altas temperaturas de ese día, además se había quedado sin agua pero se había recuperado un poco tras quedarse unos momentos bajo la sombra de unos árboles. Según los policías, estaba bastante agitado y acalorado, además de exhausto, comprobando que en ese preciso momento el termómetro del vehículo marcaba 35 grados.
Los agentes se trasladaron al lugar donde se había escapado el perro para bañarse, quedando atrapado en una pequeña repisa de unos 40 centímetros de ancho, en un talud a unos cinco metros hasta el agua, estando el animal en buenas condiciones pero con bastante sed, no atreviéndose a saltar al agua, que es lo que pretendía en un primer momento.
Intentaron animar al perro a que saltase al agua y cruzase hasta la corta distancia que había a la otra orilla, pero no hizo caso y bajaron hasta el lugar donde estaba atrapado. Uno de los policías se desprendió del correaje debido al peligro de resbalar por el terraplén y la posibilidad de caer al agua del pantano, llegando hasta el mismo lugar en el que se encontraba para subirlo en brazos unos metros más arriba, desde donde el animal pudo salir por sus propios medios.