El historiador sevillano José Díaz Arriaza considera que la Junta de Gobierno de la hermandad de la Macarena está utilizando el “victimismo” en el asunto de la exhumación de los restos del general golpista Gonzalo Queipo de Llano de la basílica. En su opinión “pasar a la historia como el hermano mayor que sacó a Queipo de la Macarena en una ciudad como Sevilla es un estigma que le va a quedar para siempre, pero no se trata de lo que pueda pensar la hermandad, es la ley y es un genocida”.
Durante una entrevista en el programa Citas con la Actualidad de Ondaluz Sevilla TV, Arriaza, reconocido el pasado 30 de mayo con la Medalla de la Ciudad por sus investigaciones sobre las fosas comunes del cementerio, advirtió que “cuantos más días pasen, más complicado será”, anunciando que el próximo 17 de julio habrá una vigilia-protesta a las puertas de la Basílica “y se puede llegar a situaciones no deseables para nadie”.
Díaz Arriaza se sorprende de que tras varios informes jurídicos “¿todavía no lo tienen claro?”. Asegura que “esto es un proceso que tiene que terminar tarde o temprano, ¿o la Junta de Andalucía se a olvidar del tema? -se pregunta- ¿o las asociaciones memorialistas se van a olvidar del tema?”. “A esto hay que darle un fin -continúa explicando- y el único fin es sacar los restos. De una manera normal, organizada, de acuerdo con la familia, en privado y de la manera más correcta posible, o llegando a situaciones drásticas presentarse allí un día con una orden judicial y es desagradable”.
Ante la falta de actuación tanto por parte de la hermandad como por parte de la Junta de Andalucía publicada días atrás por Viva Sevilla, este historiador especialista en Memoria Histórica interpreta que “lo que se está buscando es que tarde o temprano va a ser la situación desagradable de presentarse en la Macarena con una orden y una cuadrilla y decir fuera”. “¿A qué estamos esperando?”, incidió, “¿a que señalen a la Macarena ¿y eso le va a gustar a los hermanos, que le digan tú tienes enterrado un genocida ahí? Si los hermanos están dispuestos a que le pongan la cara colorá”.
Díaz Arriaza aconseja que “la Junta de Gobierno debía proteger a sus hermanos y a la Basílica, y la forma de hacerlo es cumpliendo la ley”. “Cuantos más días pasen, más complicado, cuando la solución es muy fácil -recalca-. Se retira y punto”.
