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Dani Rovira, coronado nuevo emperador de Japón

El actor malagueño da vida a ocupante del Trono del Crisantemo

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  • Dani Rovira. -
  • "Al acercar dos mundos tan distantes, ahí hay comedia. La comedia está hasta detrás de un árbol", bromea el artista

La familia imperial japonesa se encuentra en una encrucijada. El emperador ha muerto sin dejar descendencia y la carrera por encontrar un heredero llega nada menos que a Dani Rovira, que tendrá que viajar al país del Sol Naciente para enfrentarse a su destino.

Este es el punto de partida de "Los Japón", la nueva película del director madrileño -aunque criado en Málaga- Álvaro Díaz Lorenzo, que llegará a los cines españoles en 2019 y cuyo rodaje ha empezado ahora.

"La historia parte de un hecho real, que fue la llegada de una delegación japonesa a Sevilla en 1614, y de ahí llega la ficción, en la que el emperador muere sin dejar descendencia y esto lleva hasta Dani", explica a Efe su director desde la base de operaciones de la producción en la isla de Odaiba (bahía de Tokio).

Con un lustroso traje y ataviado como todo un emperador japonés -menos por la importante diferencia de altura-, el actor y humorista malagueño Dani Rovira se ha metido en la piel de Paco Japón, un sevillano de Coria del Río cuya vida da un vuelco cuando es elegido como nuevo heredero imperial.

"Es la típica historia del pez fuera del agua: el contraste de una familia andaluza en Tokio, que además no viene de turismo, sino que tienen que hacer de emperadores", explica Rovira sobre su papel.

El protagonista de la taquillera "Ocho apellidos vascos" (2014) no estará sólo en esta titánica tarea, sino que contará con la ayuda de la actriz sevillana María León ("La voz dormida", 2011), quien interpreta a su cónyuge, una mujer luchadora que busca enseñar los valores feministas a las japonesas, aunque tampoco lo tendrá fácil.

"Sobre todo es una familia lista, que aprovecha las oportunidades, arriesgada y valiente: lo dejan todo y se vienen a Tokio", detalla León.

Con dos localizaciones para el rodaje: Tokio y Madrid -donde se recreará el Palacio Imperial en un estudio- y un equipo español y japonés, esta es la película más internacional de Díaz ("Señor dame paciencia", 2017), quien asegura que "no ha habido muchos problemas de comunicación".

Según explica el director durante una de las seis jornadas de rodaje en la capital nipona, el principal inconveniente ha sido la recreación del palacio, ya que no existían referencias del mismo -sólo una película anterior-, así como "evitar los tópicos y hacer un filme con todo el respeto a Japón".

Los choques culturales entre Andalucía y Japón, pero también la unión que supuso la llegada de un grupo de japoneses a un pueblo andaluz hace cuatro siglos y que el rodaje sea en los dos países hacen, según Díaz, que la película "esté muy viva".

"Al acercar dos mundos tan distantes, ahí hay comedia. La comedia está hasta detrás de un árbol", bromea Rovira, quien afirma que le resultó "raro" meterse en la piel del emperador de Japón.

Pasar de ser un padre trabajador al "todopoderoso" ocupante del Trono de Crisantemo, tal y como lo define el malagueño, le supone al protagonista una gran cantidad de conflictos internos, así como con su pareja e hijos y los sueños que tienen en común.

"Te tiene que pasar algo como muy loco para darte cuenta de lo bonita que es tu cotidianeidad: la sencillez de tu vida", destaca el actor.

Para la emperatriz, el proceso fue muy distinto, ya que según explica León, su personaje es feminista y "le gusta ser grande y empoderarse e intentar hacer lo mismo con todas las japonesas que tiene a su alrededor".


La educación, la disciplina y el respeto son algunos de los valores de la personalidad japonesa con los que se quedan estos dos actores andaluces, quienes esperan poder volver al país asiático para poder seguir conociéndolo fuera del rodaje.

En el equipo artístico también hay algunos conocidos rostros nipones, como es el caso de Ryo Matsumoto, un bailaor japonés que ha pasado los últimos 30 años de su vida en Triana, y que en el filme interpreta a un muy correcto consejero imperial. "Él ya es un choque cultural en sí mismo", afirma Rovira.

Los dos andaluces han disfrutado también del que supone su primer trabajo como pareja. "Con esta mujer estás todo el rato jugando", bromea el malagueño, a lo que sigue León "Japón no termina aquí: hay barcas para seguir". "Ya tenemos nosotros los remos", concluye Rovira.

Se espera que las idas y venidas de esta familia española en Tokio lleguen a los cines españoles en marzo de 2019, acercando así un poco más dos culturas, la japonesa y la andaluza, tan distintas, pero que comparten una historia común.

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