Menuda sorpresa se llevó el actual alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, cuando iba a ser presentado oficialmente como candidato a la reelección. No se esperaba a todas luces que la sede del partido en la calle Corredera se llenera de afiliados y amigos para apoyarlo en su candidatura y expresarle su cariño, hasta tal punto que el acto político recordó a las mejores noches electorales.
A las dos de la tarde del jueves 10 de mayo pasado terminó el plazo legal marcado por el partido para la presentación de candidaturas, siendo la única la de Gambín. Pasó el fin de semana y, sin debate alguno, llegó el martes 15 como fecha tope para la presentación del candidato. Ello presupone que la familia socialista arcense lo tenía claro: tenía que ser el actual alcalde el que intentara revalidar el cargo.
Como corresponde en estos casos, fue la secretaria General, Ana Carrera, la que abriría el acto para explicar el “democrático” proceso seguido para la elección de su compañero, y criticar de paso “el dedazo” que se da en otras formaciones que no celebran primarias. Pero sobre todo, Carrera se mostró convencida de que “Arcos acertó hace tres años” y de que “ahora se inicia un nuevo camino con el mejor candidato”. La secretaria socialista se marcó delante de los afiliados el reto de recobrar la confianza de los arcenses en las urnas en la idea de “seguir transformando Arcos”. Por ello, invitó a Gambín a continuar adelante con un proyecto marcado por su responsabilidad en la gestión pública.
Visiblemente emocionado, el alcalde dijo “no estar loco” y sentirse con “las ganas y las fuerzas para seguir con el reto”, pero también quiso resumir tres años de “sacrificio y esfuerzo” por mejorar la realidad del Ayuntamiento y de su ciudad. Explicó que los tres pilares de su trabajo han sido “sentido común, atención y cercanía”, no sin dejar de reconocer que en ocasiones se han tomado medidas impopulares que han podido ser o no entendidas por la población, “pero había que saber de dónde veníamos”, en alusión a la situación económica que no le ha permitido estos años al municipio realizar inversiones propias porque todos los recursos, prácticamente, se han ido en pagar viejas deudas con el Estado y proveedores. En contraposición, se mostró convencido de que la colaboración institucional ha permitido que Arcos cuente con nuevas infraestructuras, como por ejemplo el arreglo de la rotonda de entrada a la ciudad, la remodelación de la glorieta de Los Cabezuelos, la reposición del vial de Angorrilla y el arreglo de la curva del Fogata, además de múltiples obras en los colegios y en zonas del Barrio Bajo, Jadramil, etc., citó Gambín a modo de ejemplos.
Asimismo, se mostró especialmente orgulloso de haber mejorado la capacidad de ingreso del Ayuntamiento sin por ello aumentar los impuestos.
Por todo, dijo que se merece una oportunidad más para “terminar lo empezado, y no es prepotencia”, en su convencimiento de que es ahora cuando se empezarán a recoger los frutos de la austeridad que ha presidido su gestión. Señaló que “ahora podemos respirar con más optimismo y ver el futuro con esperanza para mejorar la ciudad”. Como aviso a navegantes, aclaró que no prometerá lo que no se puede cumplir y dejó entrever posibles cambios en su hipotético gobierno de futuro, “que es lo más complicado”, dijo.
Apoyo de las direcciones
Gambín agradeció públicamente el masivo apoyo de los socialistas de Arcos y también de las direcciones provincial, autonómica y estatal de su partido, que en este sentido venían aconsejando que los candidatos fueran en la medida de lo posible los actuales alcaldes. Sin embargo, durante el acto admitió que en alguna ocasión ha estado a punto de “arrojar la toalla”, posiblemente pensando en los continuos requerimientos judiciales y en la falta de recursos económicos.
Gambín acabó presentando un partido cohesionado tras este proceso electoral interno y con un proyecto de ciudad para el futuro más inmediato.
