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El circuito de Arcos rompe las excusas

La empresa Arcos Sun Invest presenta una batería de medidas que podrían salvar las alegaciones contra el impacto visual y acústico de su proyecto

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En la imagen se puede apreciar mediante presentación digital el prácticamente nulo impacto de las instalaciones sobre el paisaje visto desde Bornos.

el edificio Paddock con la masa de árboles a la derecha que impediría su vista desde Bornos.

Presentación digital de las instalaciones del circuito.

La firma Arcos Sun Invest no desiste en su empeño de sacar adelante el que podría ser el primer y único circuito de velocidad de sus características en el mundo. El pasado 12 de abril presentó ante la Junta de Andalucía las modificaciones del proyecto Arcos Lagos que pretenden hacerlo viable y, con ello, salvar el informe negativo que emitió hace unos meses la Consejería de Medio Ambiente por su posible impacto paisajístico.  

Así pues, el primer gran cambio  radica en la conversión del circuito para uso principalmente de vehículos eléctricos (80 por ciento), híbridos y, muy raramente, vehículos de combustión de gasolina (20 por ciento), con lo cual su actividad superaría un posible impacto acústico. Respecto a las alegaciones en relación al impacto visual, la empresa salvaría este punto con la creación de pantallas vegetales que impedirían que las instalaciones fueran vistas desde la cercana población de Bornos.  Con estas medidas correctoras, la empresa aspira a desarrollar un proyecto que goza de una inversión superior a los 20 millones de euros y que, en sus argumentos laborales, crearía alrededor de 250 puestos de trabajo directos, amén de los indirectos a través de industrias locales que actuarían como proveedoras de materiales y servicios. Además, como novedad, existe una segunda firma hotelera interesada en construir un hotel en Bornos supeditado a la puesta en marcha del circuito. Con estos argumentos, la empresa aspira a desarrollar económicamente la zona con su proyecto en la finca Las Hoces, así como a posicionar Arcos, Bornos y la Sierra como un referente mundial de la automoción y del vehículo eléctrico que irremediable y necesariamente se impondrá en los mercados en un futuro no muy lejano.
Con las modificaciones al proyecto, las instalaciones se convierten en ‘E-Circuito’, calificación para situar al vehículo eléctrico en el eje de su actividad. En este sentido, el Arcos Lagos será un circuito “laboratorio de las grandes marcas de automóviles que apuesten por la creación y mejora de nuevos modelos de coches eléctricos, que serán cada vez más ecológicos y sostenibles”, señala la empresa propiedad del belga Philippe Jaspers. Estos porcentajes de uso de las instalaciones traería consigo que el circuito celebre tan solo entre cuatro y ocho competiciones al año como máximo, ya que el resto del año se utilizaría fundamentalmente para la probatura de los modelos de las distintas marcas. En esta dirección, la empresa promotora está convencida de que el posible impacto acústico estará muy por debajo de los límites establecidos por la Ley que ya cumplía en este sentido, incluso por debajo del producido por otras actividades deportivas a motor que se practican en el entorno del casco urbano de Bornos, a dos kilómetros del circuito. Además, la utilización de vehículos eléctricos ya suple la instalación de pantallas acústicas.

Respecto al impacto paisajístico, quedaría suficientemente salvado con la plantación de las pantallas vegetales situadas delante de los edificios de Paddock y garajes. El tipo de plantas y árboles que se emplearía, entre ellos el pino, mimetizaría las instalaciones en el paisaje de la finca Las Hoces, siendo prácticamente inapreciables desde el embarcadero de Bornos como lugar más próximo al circuito. Además, las edificaciones serán construidas con materiales autóctonos y estarían semienterradas y provistas de cubiertas vegetales.

Dado que la estimación de construcción del circuito es de dos años, la empresa estima que, de iniciar los trabajos a corto plazo, cuando las instalaciones entren en servicio la pantalla vegetal tendría un considerable porte, con especies de crecimiento rápido-medio, con hasta tres tipos distintos de pino (pino silvestre -Pinus silvestrys-, pino mediterráneo -Pinus halepensis- y pino piñonero), además de otros arbustos autóctonos como lentisco -Pistacialentiscus-, romero -Rosmarinus officinalis- y especies de retama.

Además de las citadas medidas para minimizar el impacto visual, otra modificación clave es la siembra de unos 500 acebuches y encinas en las zonas intermedias del trazado. La idea de Arcos Sun Invest es que “la percepción del paisaje vaya cambiando muy lentamente con el crecimiento de los árboles, al mismo tiempo que ayuden a disminuir la posible erosión del terreno”.

Otra de las situaciones adversas que se podrían presentar contra el circuito sería su posible impacto lumínico. La empresa plantea la sustitución de luminarias para el alumbrado tanto de seguridad como de vigilancia por un alumbrado de señalización -con tecnología DALI-  situado a unos 40 centímetros a nivel del suelo con proyección del flujo luminoso hacia abajo. 

Arcos Sun Invest se compromete con el territorio y sus necesidades

Más allá de la construcción de un circuito de velocidad marcado por la sostenibilidad, la empresa plantea la recuperación de la central hidroeléctrica actual y tristemente en desuso. Se trata de una infraestructura que volvería a generar electricidad con lo que ello podría suponer de incentivo tanto para Arcos como para Bornos, amén de suministrar energía al propio circuito. Con la recuperación de esta central que forma parte del paisaje del embalse de Bornos, se suministraría energía a la zona de forma, si cabe, más limpia y respetuosa con el medio.
Pero ahí no quedan las plusvalías sobre el territorio, pues Arcos Sun Invest crearía un centro público de interpretación de la zona mediante la recuperación de las antiguas viviendas de los trabajadores y guardas del embalse de Bornos, así como equipamientos de seguridad y guardería vinculados al circuito.

Cabe recordar que sobre la zona pesan varias figuras de protección ambiental que, según la empresa, se revalorizarían con su correspondiente centro interpretativo y explicativo. La recuperación de las antiguas viviendas aportaría además un centro de información sobre el propio circuito, su funcionamiento y singularidades.

Medio millón de euros para recuperar el entorno

Con la recuperación de las ‘casitas’ del embalse de Bornos, se llevaría a cabo de forma paralela la limpieza del terreno aledaño y la renovación de las vías de acceso, con una inversión estimada de medio millón de euros. Con este argumento, Arcos Sun Invest se reafirma en su intención de ejecutar una actuación integral en el entorno de la presa, que volvería a cobrar gran interés público gracias a los nuevos equipamientos.  De hecho, ya existe un convenio con la Consejería de Medio Ambiente que cubre este aspecto del desarrollo del proyecto.  

7.000 firmas de apoyo
Para apoyar las alegaciones planteadas recientemente por la plataforma contraria al circuito, el Ayuntamiento de Bornos y colectivos ecologistas presentaron más de un millar de firmas para que el proyecto no saliera adelante. Dado que este parece ser un argumento tenido en cuenta por la administración, la empresa promotora hace lo propio en la defensa de su proyecto, aportando alrededor de 7.000 firmas recabadas entre Arcos y Bornos en favor de la construcción del circuito. Con ello, Arcos Sun Invest intenta hacer ver a la Junta de Andalucía el interés ciudadano por una inversión que ayudaría al desarrollo económico de una zona claramente deprimida por la falta de expectativas laborales. En este sentido, la zona arrastra un índice desempleo que roza el 40 por ciento; es decir, una de las tasas más elevadas de Andalucía y España. La ausencia de industrias en la zona que ‘tiren’ del empleo es una realidad tan constatable como dura.

Para disipar dudas...
Fuentes de la empresa Arcos Sun Invest han desmentido, como se temen las partes contrarias al circuito, que se plantee algún tipo de actividad inmobiliaria aprovechando la construcción de las instalaciones, entre otros, y como principal motivo, porque ni la normativa lo contempla ni el propio proyecto. En otros términos, la empresa desmiente un “pelotazo urbanístico” como han llegado a augurar algunos sectores.

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