El tiempo en: Marbella
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

A la Feria, de orilla a orilla

Cada día de esta semana de feria, un grupo de turistas entra en una caseta de feria instalada en un barco que los lleva por el río Guadalquivir

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Cada día de esta semana de feria, un grupo de turistas que se aloja en un hotel sevillano entra en una caseta de feria a la altura del Puente del Cachorro, y cuando sale están en el Muelle de las Delicias, algo que sólo es posible con una idea que tiene su germen en el viaje de Magallanes alrededor del mundo.


Para esto, y muchas cosas más, se creó en su día 'Pigafetta', la empresa que tiene al barco 'Puerto de Indias' como su buque insignia para que la gente vea Sevilla desde la óptica que les ofrece el Guadalquivir, y que ahora, en feria, se ha convertido en la primera caseta flotante de la historia de la Feria de Abril.

Es una idea del comunicador Pepe Da Rosa y su esposa, Eva Martín, que han dado a la unión empresarial el nombre de Antonio de Pigafetta, el noble italiano del Renacimiento que se desempeñó como explorador, geógrafo y cronista al servicio de la República de Venecia, pero que se hizo famoso por los cuadernos que llevan su nombre para narrar la circunnavegación de Fernando de Magallanes.

El barco es una de las novedades de una feria que este año tiene un tiempo tan inestable que los farolillos que el sábado se colocaron con la tranquilidad de que no se iban a mojar han amanecido hoy en unas condiciones lamentables, aunque la lluvia no ha parado las ganas de feria de los sevillanos, que ya han acudido al recinto en un 20 % de más cantidad que en 2017.

Los datos hablan de que se ha recogido ya un 20 % más de basura que el año pasado (92.790 kilos), con 3.800 kilos de papel y cartón, un 48 % más que en la última feria.

En el plano negativo, la Policía Local ha informado de la muerte de un caballo agotado tras no recibir alimentos ni agua en toda la jornada de ayer, lo que se aprecia en un vídeo que se ha hecho viral, igual que ha recorrido todas las pantallas la imagen de una pelea al estilo far west en la caseta de Comisiones Obreras, que el sindicato ha aclarado hoy que se trata de una caseta pública, por lo que no pueden controlar a las personas que participaron en este "hecho aislado".

Ajeno a estos sucesos, los turistas de algunos hoteles han decidido que el barco, que en sí mismo es una caseta, sea su forma de llegar a la feria con esta iniciativa que lleva el nombre del noble italiano testarudo e imaginativo.

"Todo se basa en que somos una empresa que hacemos servicios turísticos con el barco buscando un punto de excelencia sobre lo que se hace habitualmente en el río, con lo que se nos ocurrió poner en funcionamiento un transporte de lujo para la feria con los hoteles que tienen cierto contacto con el río", explica Da Rosa, recordando que es una iniciativa que está enfocada al turismo en general, "pero también para el propio sevillano".

A la hora de defender la historia, el argumento es contundente: "Es la única forma de llegar directamente a la feria sin atascos, porque no podemos olvidar que el tío más rico del mundo, el que lleve la mejor limusina o el mejor coche de caballos puede sufrir un atasco, pero en una caseta como esta el atasco no existe, y es feria antes de llegar a la feria".

Concreta que ya se han dado casos como los de grupos de turistas de Pamplona que se pasaron todo el viaje bailando sevillanas.

Estos empresarios ya han puesto en marcha ideas similares en su barco, como que en Semana Santa era un palco para ver las procesiones que pasaban por el puente de Triana desde el río, experiencia que se quiere repetir este verano, para ver las carreras de caballos en la playa de Sanlúcar de Barrameda desde la misma desembocadura del Guadalquivir.

De momento, cuando los turistas pisen la feria desde el barco podrán escribir su propia historia feriante, como la del niño de cuatro años que ayer la recorrió en brazos de un voluntario de Protección Civil hasta que localizaron a su madre, que no hablaba español, sin que el pequeño, en ningún momento, pasase miedo o tuviese la sensación de que algo malo le ocurría.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN