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El Atlético pasa de aspirar a la liga a mirar el retrovisor

La derrota en el Estadio de la Cerámica, una plaza maldita para los intereses rojiblancos, convierte la disputa del título liguero en una situación improbable

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  • Entrenamiento del Atlético. -

El Atlético de Madrid, derrotado  en Villarreal (Castellón) con dos goles del delantero turco Enes Ünal en los últimos diez minutos, se queda a once puntos del líder de LaLiga, el Barcelona, y tendrá que mirar el retrovisor, ya que el Real Madrid, tercero, le acecha a cuatro puntos.

La derrota en el Estadio de la Cerámica, una plaza maldita para los intereses del cuadro que dirige el argentino Diego Pablo Simeone -que solo ha ganado en dos de sus seis visitas y acumula tres derrotas seguidas- convierte la disputa del título liguero en una situación improbable.

El asalto al trono del Barcelona, un equipo intratable que no conoce la derrota en 29 jornadas y demostró su suficiencia en el duelo directo de hace dos semanas en el Camp Nou (1-0, gol del argentino Lionel Messi de falta directa), se queda aún más lejos tras el tropiezo ante el 'submarino amarillo' de Javier Calleja.

Y eso que el Atlético tuvo el partido a su favor desde la primera parte, cuando un penalti de Jaume Costa sobre el francés Antoine Griezmann, en una jugada en el área en el minuto 20 en la que no pareció haber contacto pero que el árbitro David Fernández Borbalán consideró merecedora de pena máxima, se convirtió en el 0-1.

No se había visto el Atlético en esa situación en las últimas dos visitas a Villarreal (donde cayó 3-0 y 1-0 en esas dos temporadas), y durante la segunda parte el equipo dedicó sus esfuerzos a contener el rival.

El juego aéreo, ese que tantos réditos dio al Atlético en las primeras tres temporadas de la 'era Simeone' -una Copa del Rey y una Liga se ganaron con sendos testarazos del brasileño Joao Miranda y el uruguayo Diego Godín- fue el que le condenó, por medio de Ünal, que se supo adelantar a su par para cabecear el 1-1 y aprovechó un balón aéreo mal despejado para marcar en segunda jugada el 2-1.

La autocrítica rojiblanca llegó minutos después de la conclusión, en la rueda de prensa en la que Simeone aseguró que su "sensación" era que el partido lo había perdido él personalmente.

"Los futbolistas hicieron un partido enorme y creo que yo me equivoqué y no les ayudé a ganar", manifestó el 'Cholo', que no aclaró en qué motivo concreto consideraba que estaba el error.

El centrocampista Saúl Ñíguez reconoció tras el partido a Bein Sports que el Atlético "no defendió bien" las jugadas de los dos goles, que caracterizó como "errores tácticos" que les costaron el partido. El ilicitano agregó después en zona mixta que "para nada" consideraba que la derrota fuera culpa de Simeone.

Ninguno de los dos protagonistas quiso dar LaLiga por perdida, sino que ambos se limitaron a expresar que el objetivo del Atlético es sacar el máximo número de puntos posibles y luego ver en qué situación se encuentran al final.

Lo cierto es que la obligación de sacar los máximos puntos posibles para el Atlético no solo es vital para intentar exprimir las mínimas opciones que pueda tener de acercarse al Barcelona, sino que a partir de esta derrota se convierte en aún más necesario para mantenerse en la segunda plaza, en la que están asentados desde la jornada 16, cuando se la arrebataron al Valencia

La derrota rojiblanca en Villarreal y el triunfo del Real Madrid en el Santiago Bernabéu ante el Girona (6-3) dejan la distancia entre los dos rivales de la capital de España en 4 puntos, a dos jornadas del derbi liguero en el feudo blanco.

Ese derbi, fijado por LaLiga para el domingo 8 de abril a las 16.15 horas, estará marcado en rojo para ambos clubes, que se jugarán ahí sus opciones de subcampeonato. La distancia podría reducirse a solo un punto si el Real Madrid se proclama vencedor.

Antes, el Atlético volverá a su casa del Wanda Metropolitano para recibir al Deportivo de La Coruña, un rival en apuros a siete puntos de la salvación.

Contra el conjunto gallego, Simeone no podrá contar ni con el delantero francés Antoine Griezmann, que vio la quinta amarilla ayer y cumplirá sanción, ni con el canario Víctor Machín 'Vitolo', expulsado por roja directa, ni con el brasileño Filipe Luis, lesionado de larga duración la semana pasada, amén de la recuperación de la lesión muscular de Juanfran Torres, con dos semanas de margen por el parón por partidos de selecciones.

Este parón, que en otras circunstancias podría ser beneficioso para dar descanso a una plantilla muy corta (19 jugadores, 18 sin Filipe, que tiene un mínimo de 8 semanas de recuperación), será un arma de doble filo para el Atlético, que al golpe de la derrota sufrida le suma la ausencia de descanso para sus diez internacionales convocados por sus selecciones.

De ellos, los que más lejos viajarán son los uruguayos Diego Godín y José María Giménez, que viajarán a China a jugar un torneo amistoso contra Gales, China y República Checa; mientras que el lateral croata Sime Vrsaljko viajará a Estados Unidos y México.

El portero esloveno Jan Oblak, los franceses Antoine Griezmann y Lucas Hernández (convocado por el seleccionador galo Didier Deschamps después de que se especulara con su intención de jugar con España), el argentino Ángel Correa y los españoles Saúl, Koke y Diego Costa completan las salidas de internacionales del Atlético. 

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