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Jerez

Un año 2018 con expectativas

Quiero soñar con una plaza Belén medio a punto, con el Museo de Lola Flores por fin abierto o con una capitalidad europea del caballo que sirva para algo

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Se nos escapa ya irremisiblemente el año 2017, el de Puigdemont y sus adláteres, el de la bajada del paro, aunque con un trabajo muy precario de pocas horas y escasos dividendos, el del triunfo de una jerezana, Inés Arrimadas, en Cataluña, aunque el independentismo, por aquello de nuestra obsoleta ley electoral, tiene los escaños para poder gobernar en la Generalitat y para seguir echándole al Gobierno el pulso del fraccionamiento de este país que, a estas altura, aún se sigue llamando España  y hasta del triunfo de una jerezana, Alba, en La Voz abriéndose de esa manera una carrera musical que ojalá y la encumbre. Se nos va otro año y nos llega un 2018 que es un año preelectoral, un año en el que las municipales ya se otean y eso debe ser bueno porque todo el espectro político local se debe poner las pilas, incluido el propio Gobierno que debe terminar aquello que ha comenzado de la mejor forma posible y, por ello, quiere soñar con una plaza Belén medio a punto o a punto del todo, con el Museo de Lola Flores por fin abierto, con una apuesta decidida por el centro histórico, por fortalecer la imagen del Circuito de Jerez aún más de lo que está, porque se saque provecho de esa capital europea del caballo y que, finalmente, se utilicen herramientas como el flamenco o el caballo como activo económico, la primera como una industria cultural que es y cuyo patrimonio tenemos en Jerez y la segunda como una realidad financiera de la que no hemos sabido sacar el provecho adecuado, ni siquiera con aquel Mundial Ecuestre 2002 que de poco o nada sirvió a la ciudad. Seguir bajando las cifras del paro y procurar la llegada de industrias que den trabajo son otros sueños, como ese reforzamiento de las estructuras bodegueras que parecen se encuentran al alza y que deben servir también para que el tejido laboral lo sienta. Un 2018 que se abre con expectativas esperanzas, con mucho por hacer y que ojalá y todos hagan un esfuerzo, no por lo que le puedan traer las urnas, sino por el bien de Jerez, aunque sé que eso es difícil, pero no imposible. Feliz salida y entrada de año y si Dios así lo quiere nos leemos ya en 2018.     

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