La concejala de Enseñanza, Ana Fernández y el concejal de Juventud, Adrián Martínez de Pinillos, se reunieron con una quincena de centros educativos de la ciudad y representantes de la Federación Local de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Cádiz (Flampa) para presentarles el proyectos del Aula de Convivencia Alternativa a los que se les ha invitado a adherirse. A la reunión asistieron representantes de los centros educativos Drago, Caleta, Salesianas, La Salle Viña, San Severiano, Alberti, San Felipe Neri, Cortadura, San Vicente de Paúl, Cornelio Balbo, San Francisco de Asís, Columela y Campo del Sur.
Ana Fernández ha informado que durante la reunión, además de presentar el proyecto se han recogido las propuestas de los centros para adaptar este programa piloto en Cádiz a la realidad gaditana. Así como ejemplo, “incorporaremos que se haga más hincapié en las habilidades sociales o que sea un proyecto flexible capaz de adaptarse a las necesidades del alumno”. Fernández ha calificado el encuentro de muy fructífero ya que “si queremos que este Aula de Convivencia Alternativa sea un espacio en el que se pueda trabajar con jóvenes que son expulsados de los centros necesitamos que todos los actores, institución, colegios, padres y madres y los propios alumnos, rememos en la misma dirección”.
Tras presentar el proyecto a la Flampa y a los centros escolares, el siguiente paso, según ha explicado Fernández es “terminar de perfilar el protocolo de derivación de los escolares”. La edil ha señalado que están a la espera de recibir una contestación de la delegada provincial de Educación de la Junta de Andalucía, Remedios Palma “para reunirnos con ella y exponerle el proyecto”.
Cabe recordar que esta aula se ubicará en el centro de Promoción del Menor ubicado en la calle periodista Federico Joly en el que también se creará un observatorio de la realidad juvenil de barrios y en la Casa de la Juventud.
Entre los objetivos de este Aula de Convivencia alternativa se encuentra que el alumnado expulsado comprenda el alcance para sí mismo y para los demás de sus conductas y, sobre todo, que aprendan a responsabilizarse de sus propias acciones con los demás. Además permitirá seguir trabajando en la prevención del absentismo y el fracaso escolar ya que éste será también un espacio para que el alumnado siga con sus tareas académicas durante el periodo de expulsión.