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Los regantes del Poniente celebran la suspensión de nuevas concesiones

Durante un año, ya que se trata de una medida "oportuna e imprescindible para poder congelar la imagen de lo que está ocurriendo en el acuífero"

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La Junta Central de Usuarios del Acuífero del Poniente almeriense (Jcuapa) ha valorado este viernes la suspensión temporal por parte de la Junta de Andalucía de nuevas concesiones de riego en la comarca durante un año, ya que se trata de una medida "oportuna e imprescindible para poder congelar la imagen de lo que está ocurriendo en el acuífero y determinar así sus necesidades reales de recuperación", según ha dicho el presidente de Jcuapa, Manuel García Quero.

"La recuperación del acuífero es un asunto de vital importancia que nos atañe a todos los usuarios del agua en la comarca del Poniente almeriense y así lo ha entendido también la Junta de Andalucía", ha añadido García Quero después de que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio avalara el acuerdo provisional alcanzado por las comunidades de regantes para recuperar las masas de aguas subterráneas que se encuentran "sobreexplotadas" en la comarca.

Dicho acuerdo provisional, alcanzado el pasado mes de marzo, contempla reducir progresivamente las extracciones de agua subterránea y sustituirlas por aguas procedentes de otros orígenes, como la desalación o la reutilización.

La decisión de la Junta de Andalucía permite ampliar a todos los usuarios del acuífero sobreexplotado el plan de recuperación diseñado por los propios regantes. Por ello, el presidente de la Jcuapa ha expresado su "satisfacción" porque "el plan de recuperación concebido por nosotros mismos, que somos los gestores directos del agua de riego, es el único instrumento capaz de garantizar en el tiempo la dotación de 6.700 metros cúbicos de agua por hectárea y año a todos los usuarios del acuífero deteriorado".

Tras la resolución de la Dirección General de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico publicada en el BOJA del pasado 6 de octubre, se suspenden durante un año las concesiones de nuevos derechos de riego a todos los usuarios del acuífero Campo de Dalías-Sierra de Gádor, que "se encuentra sobreexplotado y amenazado por la creciente intrusión marina".

Las masas de agua a proteger con el fin de llegar a su total recuperación en 2027 son las que se sitúan entre la línea del mar y la cota de 400 metros de altura en la faldas de la sierra de Gádor. Estos límites geográficos coinciden con los incluidos en la declaración provisional de acuífero sobreexplotado que dictó en septiembre de 1995 la Confederación Hidrográfica del Sur.

Según la Jcuapa, la propia entidad asumirá "todas las competencias en representación del organismo de cuenca para llevar a cabo el plan especial de medidas para la recuperación del acuífero, que deberá estar definido por los regantes y aprobado por la Junta en el plazo máximo de un año". La Consejería de Medio Ambiente ha encomendado a la junta central de usuarios la ejecución del plan de recuperación por tratarse de una corporación de derecho público acogida a la Ley de Aguas de Andalucía y por ser la entidad más representativa en la zona.

La Jcuapa representa actualmente a casi 19.000 hectáreas de regadío y al abastecimiento de agua en ocho poblaciones --Almería, El Ejido, Vícar, Balanegra, Enix, Dalías, Roquetas de Mar y La Mojonera--, si bien "su representatividad se elevará al cien por cien de los usuarios del acuífero sobreexplotado como requisito indispensable para la puesta en marcha del plan de recuperación, que será de obligado cumplimiento".

CÉNTIMO SOLIDARIO

El plan de recuperación será posible gracias al acuerdo de colaboración entre regantes, que han fijado voluntariamente una cuota de un céntimo por metro cúbico. Con esta cuota se financiará la diferencia entre el precio del agua de pozo y otras aguas como las reutilizadas, procedentes de las estaciones depuradoras, y las desaladas procedentes de la planta de Balerma.

En concreto, los nuevos recursos hídricos que se incorporarán a los diferentes sistemas de riego son siete hectómetros cúbicos de agua desalada, 7,5 hectómetros cúbicos de agua del embalse de Benínar y dos hectómetros cúbicos de la Balsa del Sapo. En total, 16,5 hectómetros cúbicos a los que hay que sumar cuatro hectómetros cúbicos más procedentes del acuífero superior, que es excedentario.

En una primera fase, se reducirán las extracciones de agua subterránea en 30 hectómetros cúbicos antes de que finalice 2017. Posteriormente, en una segunda fase a llevar a cabo durante 2018, se dejarán de extraer hasta 53 hectómetros cúbicos. A medio plazo, la intención de la Junta Central de Usuarios es seguir reduciendo progresivamente las extracciones.

Entre los recursos previstos, se tiene en cuenta la disponibilidad de entre 30 a 40 hectómetros cúbicos de la desaladora de Balerma y otros siete hectómetros cúbicos procedentes de la desaladora de la ciudad de Almería. Otros diez hectómetros cúbicos más pueden incorporarse a la red de riego procedentes de las estaciones depuradoras de Roquetas de Mar y El Ejido, a lo que se añaden las reservas de aguas salobres de la Balsa del Sapo y los aportes de la presa de Benínar, que siempre serían escasos debido a la baja pluviometría.

En total, en los próximos años los regantes del Poniente almeriense pueden contar con recursos hídricos alternativos a los acuíferos en torno a los 80 hectómetros cúbicos, tras la finalización de algunas infraestructuras pendientes.

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