El fiscal en el caso del doble crimen de Almonte (Huelva), Pablo Mora, ha sostenido hoy en sus alegaciones ante el jurado popular que "no hay duda" de la culpabilidad de F.J.M., único acusado por los hechos, ya que la prueba es "clara, contundente y de contenido incriminatorio".
Mora ha expuesto diferentes pruebas en las que basa este convencimiento, principalmente el hallazgo de ADN en varias toallas de la vivienda donde aparecieron los cuerpos de M.A.D. y su hija de 8 años, y ha señalado que se está ante "un crimen de carácter pasional, no de carácter sexual o contra el patrimonio", motivado por la relación que Marianela Olmedo, mujer y madre de las víctimas, mantenía con el acusado.
Francisco Baena Bocanegra, abogado defensor, por su parte, ha remarcado que "no hay peor víctima que un inocente condenado, esa es la muerte en vida de una persona".
Ha mantenido que cuando ocurrieron los hechos el fallecido y M.O. llevaban "20 días separados en toda regla", algo que "desmonta el móvil de los celos" y ha puesto el acento en que el acusado estuvo un año en libertad, antes de ser detenido, colaborando con la Guardia Civil, antes de que se hallara su ADN en unas toallas "limpias, sin restos de sangre o pelos".
Por último, ha señalado que, con todos sus respetos, "la investigación en este caso ha sido una auténtica chapuza"
La abogada de Mariana Olmedo, Inmaculada Torres, ha sostenido ante el jurado que ella es "una víctima" por lo que "no se la puede juzgar ni condenar por mantener una relación de infidelidad ni por ejercer una acusación particular porque los fallecidos eran su marido y su hija".
Está, ha dicho, en "un proceso depresivo, con un protocolo antisuicidio, pero tiene las cosas muy claras"; mantuvo con el acusado una relación "caracterizada por el control, los celos y el aislamiento" y ha asegurado que en un primer momento "no podía creerse que F.J.M. fuera el autor de los hechos, sin embargo, con el paso del tiempo, y con tratamiento psicológico, se produce la evolución que la lleva a estar convencida de su culpabilidad".
El abogado de los padres y abuelos de las víctimas, Gustavo Arduán, ha incidido en las pruebas existentes contra el acusado: "No vamos a hablar de interpretaciones, sino que les vamos a mostrar esas pruebas", ha dicho al jurado, insistiendo en el ADN.
Esta parte también ha incidido en el móvil pasional, en "una perversión anímica" por parte del acusado que "no soportaba que Marianela no terminara de dejar a su marido", y ha mantenido que fue llevado a cabo con "premeditación" pues "lo había planificado con anterioridad y tomado precauciones" para no ser descubierto.
