La junta directiva de la asociación de vecinos de Los Frailes, con su presidente al frente, Eduardo Peinado, ha convocado esta tarde una asamblea con los vecinos, acudiendo casi unos cincuenta, para hablar de la controvertida obra del acerado del centro de mayores Francisco Guerrero.
Tras la explicación de los hechos y acontecimientos acaecidos y el debate abierto entre los asistentes, entre los que se han encontrado vecinos del barrio, personas usuarias del centro de mayores y representantes de la Flave como Milagros Muñoz y José Luis Cárdenas, y por consenso, los afectados han concluido en que, mañana martes, a las 8.00 horas, acudirán a cortar la obra, ya que no les convence el desarrollo de la misma.
Es la forma que tienen de presionar para que el Ayuntamiento tome una actitud distinta a la que han informado que tendrán con motivo de estas obras. Recuerda la junta directiva que, debido al hundimiento del acerado del Francisco Guerrero, que ha supuesto durante meses un inconveniente para los usuarios del centro y los propios vecinos, debido a que era un peligro, se han mantenido distintas reuniones con la edil de Mantenimiento Urbano, Carmen Ojeda, y otros representantes municipales, entre ellos de Urbanismo, para ver cuál sería la solución a este problema.
Así, y tras concluir, como ya avanzara este medio hace unos meses, que la solución dada no era la que la junta directiva de la asociación de vecinos consideraba más idónea, la obra comenzó una semana con cargo al Plan Invierte 2016, tratándose del cambio de acerado, que se encuentra totalmente levantado, pero sin cambiar los árboles, que son los que perjudican al pavimento. Por otro lado, se ha ampliado el acerado de la plaza de las Madres, algo que supone un impedimento para el paso de vehículos, indican desde la junta directiva, sobre todo los de mayor volumen. La solución final dada, admiten, supone además un presupuesto mucho más abultado de lo que parecía en un principio.
La solución aportada por los vecinos, dicen, la de cambiar los árboles dañinos y arreglar el acerado, suponía unos 3.000 euros, pero en cambio la actual asciende a más de 22.000 euros.
Pero además, como indican que les informó la propia concejal en una reunión mantenida el viernes, se les aseguró que no se recuperarán los aparcamientos que se eliminaron hace unos meses cuando comenzó el problema con los árboles, y se colocará un espacio para motos, cuando añaden que apenas hay motos en este entorno como para que se coloque un aparcamiento para estos vehículos, e incluso en la calle Veracruz, paralela a la plaza de las Madres, se eliminarán varias plazas para colocar la de minusválidos.
Por otro lado, y como medio de presión a los vecinos, explican que se les comentó que la calle Santiago de Chile podría tomar tres posibles finales: o bien constituirla como privada, de modo que solo puedan pasar los residentes; cortar el tráfico o cambiar el sentido de la misma. Idea con la que tampoco están de acuerdo los vecinos, ya que supondría una considerable remodelación del tráfico y un perjuicio a la hora de buscar aparcamiento.
