La Junta de Andalucía se ha empeñado en los últimos tiempos en tropezar en la provincia de Granada. Desde el pasado mes de julio ha tenido que asumir una gigantesca multa de 157 millones por paralizar el Centro Comercial Nevada, ha visto aflorar en esa ciudad el germen de las masivas manifestaciones contra las fusiones hospitalarias y ahora tendrá que digerir un último revés en forma de sentencia del Tribunal Supremo. Tras años de litigio, el Alto Tribunal acaba de dar la razón a los impulsores del proyecto que apostó sin éxito en 2007 por conectar Granada con el corazón de la estación de esquí de Sierra Nevada a través del que iba a ser el mayor teleférico del planeta, un proyecto que la Administración autonómica tumbó una y otra vez entre 2007 y 2008 con hasta tres resoluciones negativas.
Con 19 kilómetros de largo, el teleférico estaba llamado a ser uno de los grandes atractivos de la ciudad y a convertirse en estructura permanente que uniría Granada con uno de sus principales reclamos turísticos. La Junta de Andalucía no lo interpretó así y cerró el paso a la iniciativa. Primero lo hizo con una declaración de impacto ambiental desfavorable alegando riesgos para el Parque Natural, más tarde con el veto de la Dirección General de Transportes de la Consejería de Obras Públicas a la construcción por innecesaria y no conveniente y, por último, denegando el recurso de alzada de los empresarios.
Los promotores protestaron pero el proyecto durmió desde entonces en el cajón del olvido. Ha sido ahora el Tribunal Supremo el encargado de reavivarlo al estimar su Sala de lo Contencioso Administrativo el recurso interpuesto en su día por Teleférico Sierra Nevada, la sociedad a la que la Junta dio portazo hace ahora nueve años. La sentencia emitida la pasada semana ordena que todo el proceso se retrotraiga justo al momento anterior a la emisión de la Declaración de Impacto Ambiental, el primer cortafuegos que Obras Públicas levantó contra el teleférico. Con esa decisión el Tribunal Supremo pretende que se emita un nuevo dictamen tras analizar el alternativo que presentó la parte afectada y el resto de los informes con los que justificaban la viabilidad de la obra.
Entiende la Sala que al obviar toda esa documentación la Junta incurrió en un “déficit” porque desatendió las “alternativas, propuestas y actuaciones compensatorias concretas” que le fueron presentadas. Avala así el criterio que ya aplicó el TSJA al anular también en 2014 las resoluciones de la Junta.
“Una nueva oportunidad”
Casi una década después de presentarlo, los promotores del teleférico reclamaron este miércoles a la Junta una rectificación en el menor tiempo posible y la aprobación definitiva del proyecto al interpretar que la Justicia les da “una nueva oportunidad para hacerlo realidad”. Recuerdan además los “beneficios económicos y turísticos” que conllevaría para la ciudad. Según sus estimaciones, la conexión entre Granada y Sierra Nevada podría generar hasta mil nuevos puestos de trabajo. Esos mismos cálculos elevan el impacto económico hasta los 169,3 millones y un incremento superior al 10% en los ingresos generados por el turismo cultural y deportivo.
El teleférico fue concebido como un proyecto público pero de iniciativa privada. Sus promotores piden que quede al margen de “la confrontación política y que, una vez superados los escollos administrativos, cuente con el apoyo de todas las administraciones afectadas, especialmente del Gobierno andaluz para canalizar una de las mayores inversiones estratégicas de Granada y Andalucía” que se traduzca en “uno de los motores de la recuperación”.
Dos hitos nacionales frenados en seco
Estaban llamados a batir marcas pero la Junta de Andalucía puso reparos a ambos proyectos. Si el Centro Comercial Nevada se presentó como el más grande de España, el teleférico entre Granada y la pista de esquí debía ser el más largo del planeta. Ninguno de esos argumentos convenció al Gobierno regional, que vetó ambas iniciativas. A la primera le retrasó eternamente la licencia y la segunda la vetó. Ambos litigios los ha perdido.
