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A Ikea le toca la lotería pero en forma de protesta

La plantilla de CM Auxiliares vuelve a manifestarse ante las puertas de Ikea para protestar por sus despidos

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Los trabajadores de CM Auxiliares, que prestaba sus servicios en Ikea como si fueran parte de su plantilla, han vuelto este 22 de diciembre, día marcado por el Sorteo de Navidad, a sus protestas ante las puertas de la tienda que la multinacional sueca tiene en Castilleja de la Cuesta, denunciando sus despidos, por los que la compañía se tendrá que sentar en el banquillo el próximo 6 de marzo por cesión ilegal y despido improcedente.

Como en otras ocasiones, estos trabajadores, que formaron parte de la plantilla de Ikea como uno más y en especial los días de más afluencia, han recibido numerosas muestras de apoyo en su concentración ante las puertas de la multinaciona sueca, que sigue sin prestar atención a sus reclamaciones en espera de lo que dictamine el juez. Eso sí, sí que sufren el desprecio de los encargados de seguridad mientras realizan sus protestas, según relatan ellos mismos.

En el día de ayer y cuando ya había terminado la cantinela de la Lotería de la Navidad, la plantilla de despedidos de CM Auxiliares, cuya única actividad era cederle su plantilla a Ikea, volvieron a las protestas ante la tienda de Castilleja de la Cuesta e incluso pasearon por el interior de las instalaciones con sus camisetas reivindicativas puestas.

La prueba está en la fotografía que dos de ellos se hicieron ante una de las típicas flechas que Ikea sitúa en el suelo para dirigir a sus clientes y visitantes. En este caso, ellos iban en contra de la flecha, mostrando su desacuerdo con la actitud que Ikea ha adoptado tanto con sus despidos como en el posterior intento de negociación antes de acabar en la vía judicial. Al final, será un juzgado el que siente a Ikea en el banquillo por su responsabilidad para con estos trabajadores, que la acusan de cesión ilegal y despido improcedente, ya que Ikea era la "empleadora real".

El próximo lunes los trabajadores volverán a manifestarse de nuevo ante las puertas de la tienda de Ikea en Sevilla para evidenciar que la multinacional sueca, lejos de lo que afirman en su código ético, siguen permitiendo la explotación en sus instalaciones.

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