Anda revuelto el ambiente en la trastienda de la política municipal de la capital onubense. Ahora que parece que ha vuelto la calma a la bancada popular tras la marcha de Ángel Sánchez a Madrid, es el grupo de Ciudadanos el que hace aguas, un secreto a voces que ya se ha hecho público tras acudir la exportavoz municipal a los tribunales al entender que su cese ha sido ilegal.
Así lo ha anunciado María Marín este miércoles en un comunicado, en el que confirma que ha interpuesto un recurso de protección de derechos fundamentales en los juzgados de Huelva por la presunta vulneración de sus derechos debido al cese y cambio de la portavocía, “tanto en la forma como en el fondo”.
El recurso va dirigido a sus dos compañeros de grupo, Enrique Figueroa -actual portavoz naranja en el Consistorio- y Ruperto Gallardo -presidente del grupo-, pero también contra el Ayuntamiento, por hacer efectivo el cese en pleno sin que, a su juicio, se hubieran llevado a cabo los trámites reglamentarios.
Así, Martín relata que “todo el proceso se realizó “de forma unilateral”: “Me enteré por los medios, sin dejarme participar, y a pesar de que se advirtió al alcalde y al secretario sobre esa situación, se produjo en el pasado pleno del 30 de noviembre, mediante una dación de cuenta de Alcaldía”.
Martín se ha referido también al hecho de que se encuentre de baja por embarazo -está de siete meses- y ha subrayado que de su estado “habla el presidente del grupo municipal en los medios, nadie más”.
Además, ha dejado claro que el partido al que pertenece, Ciudadanos, “nada tiene que ver en este asunto”, aunque espera que “tengan en cuenta la situación que se ha creado, por no hacer las cosas correctamente”.
La cara y la cruz
Frente a esta tensión, de momento irreversible, en la bancada naranja, donde cada pleno tendrán que compartir asiento los tres concejales de Ciudadanos, sus compañeros del Partido Popular recomponen su grupo e intentar limar asperezas ahora que el principal motivo de conflicto, el ya exportavoz Ángel Sánchez, haya cambiado sus labores municipales por tareas estatales en el ministerio de la también onubense Fátima Báñez.
Pilar Miranda ha tomado el testigo y tiene ante sí el gran reto de dejar atrás las rencillas internas para que el PP vuelva a centrarse en recuperar la confianza ciudadana.
La popular ha comparecido por primera vez en su nuevo cargo este miércoles para asegurar que se marca como objetivo “despertar” a una ciudad que ha sido “vapuleada por la crisis”. Miranda asegura que no piensa en una posible candidatura a la Alcaldía y que su trabajo se centrará en los Servicios Sociales.
Así, ha calificado la nueva etapa como “ilusionante” y se ha mostrado dispuesta a “trabajar por los intereses de esta ciudad”, por lo que en el grupo municipal del PP espera que “todos seamos iguales para trabajar al mismo nivel y tomar decisiones de forma colaborativa”. Del mismo modo ha abogado por “dialogar mucho” y hacer un “reparto de tareas, ya que en este grupo hay gente muy especialista en algunos asuntos”.