El coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, explicó al término de la reunión que se trata de dos pacientes con graves alteraciones faciales, "no sólo estéticas sin también funcionales, en los que la comisión ha valorado que los riesgos que pueden tener el proceso y la inmusosupresión se ven de sobra compensados con los beneficios que se pueden obtener con este tipo de tratamiento".
Las solicitudes de estos dos centros sanitarios para las intervenciones han sido recibidas en los últimos días a la Organización Nacional de Trasplantes, y ambos hospitales cuentan ya con la autorización administrativa de la Comunidad Valenciana y la Junta de Andalucía para realizar este tipo de trasplantes.
Según explicó Matesanz, este proceso se ha producido "en un tiempo record", con la participación de los hospitales implicados, las comisiones de ética, la ONT y posteriormente las 17 comunidades autónomas, con el objetivo de proporcionar las máximas garantías de anonimato de donante y receptor y "para obtener el objetivo final que es devolver la salud a estos dos pacientes".
Por su parte, la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, expresó, a su llegada a la Conferencia Sectorial de Consumo, su satisfacción por esta decisión que, según dijo, supone "un paso importantísimo en el ámbito de la investigación de nuestro país", además de un "avance extraordinario" para estos pacientes, que verán mejorada su calidad de vida".
Jiménez señaló que España está avanzando "de un modo firme, sólido y sostenido en este tipo de investigaciones, que suponen un avance extraordinario para mejorar la calidad de vida de diversas personas. La Organización Nacional de Trasplantes, con el doctor Matesanz al frente, está haciendo un trabajo extraordinario", apostilló.
En este sentido, Matesanz destacó que, "de una terapéutica de la que sólo se han realizado siete casos en todo el mundo, en estos momentos en España tenemos dos hospitales que están perfectamente preparados para llevarla a cabo". A su juicio, ello pone de manifiesto "que el sistema español de trasplantes sigue a la vanguardia de todo el mundo e incorporando todas las modernas técnicas a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud".
Garantizar la seguridad
La decisión fue adoptada esta mañana en una reunión celebrada mediante teleconferencia y convocada con la intención de garantizar la calidad y la seguridad de todo el proceso, como exige la ley de Calidad y seguridad de células y tejidos, y para agilizar los trámites para que los dos pacientes candidatos a recibir un trasplante de cara, que por ahora existen en nuestro país, puedan beneficiarse cuanto antes de esta técnica.
El trasplante de cara es una técnica experimental y, para estos casos, la ley española exige un informe previo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) para cada caso. Este informe se discute en el seno de la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del SNS, que está integrada por los 17 coordinadores autonómicos de Trasplantes y presidida por el coordinador nacional de Trasplantes.
Cada informe positivo es para un paciente concreto y, por tanto, el visto bueno de hoy no puede hacerse extensivo a un equipo o a un hospital.
El primer trasplante de cara se le realizó en 2005 en Francia a una mujer, Isabelle Dinoire, cuyo rostro fue desfigurado por las mordeduras de un perro.