Las pruebas de ADN realizadas al cadáver parcialmente calcinado que apareció junto a un asentamiento chabolista en la localidad de Moguer, confirman que los restos mortales corresponden a José Brimes Carrasco, un hombre de 63 años al que se daba por desaparecido desde el pasado 1 de septiembre, cuando se le vio por última vez saliendo de su casa desde el núcleo de Corrales (Aljaraque, Huelva).
Según ha confirmado a Europa Press el hermano del desaparecido, Francisco Brimes, quien aportó el ADN para cotejar las pruebas, desde la Guardia Civil ya le han dado el resultado de las mismas que vienen a relacionar la muerte de esta persona con la desaparición de su hermano.
Por otro lado, el coronel jefe de la Guardia Civil en Huelva, Ezequiel Romero, ha indicado en declaraciones a la prensa que "las pruebas de ADN han llegado y coinciden" a lo que ha añadido que, aunque todavía se está investigando el caso, todo apunta a "una muerte accidental".
Brimes ha indicado a Europa Press que una vez confirmada la muerte de su hermano se siente "cansado por tanto tiempo de lucha" por lo que quiere en estos momentos es que le den "los restos" para "poder darle una sepultura".
Francisco Brimes ha señalado que no sabe cuando le podrán entregar los restos de su hermano ya que desde la Guardia Civil le han pedido "paciencia" ya que tienen que "cerrar un caso de desaparición" y "tendrán que abrir otro por homicidio o asesinato y eso lleva su proceso burocrático".
Para el hermano del fallecido, lo más importante ahora es "darle sepultura e ir cerrando un capítulo aunque la pena siga conmigo" y ha asegurado que estará dispuesto a responder "cualquier pregunta o aclaración que necesite la Guardia Civil" para esclarecer los hechos.
Brimes ha indicado que su hermano "llevaba una vida tranquila y que yo supiera no tenía enemigos" a lo que ha añadido que desde la Guardia Civil no le han dicho si tienen "alguna pista" porque está bajo investigación judicial y "no quieren levantar sospechas".