En la mañana de este viernes ha tenido lugar la presentación de la plataforma Salvemos Doñana en la sede de Radiópolis en Sevilla. Se trata de una iniciativa de la sociedad civil que busca sumar esfuerzos para proteger la Comarca de Doñana de una de las múltiples amenazas que lo acechan: el proyecto de almacenamiento de Gas Natural. Un proyecto potencialmente muy arriesgado y con muy pocos avales de certeza científica.
Así lo han señalado las personas que han puesto voz a la plataforma en su presentación: Juan Francisco Ojeda, profesor de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) e integrante de la plataforma Ciudadana de Almonte contra el Proyecto de Gas, Lola Yllescas, portavoz de Ecologistas en Acción Andalucía, y José Chamizo, ex Defensor del Pueblo Andaluz. En sus intervenciones han confirmado el respaldo de la ciudadanía a las reivindicaciones de la plataforma; desde que el manifiesto comenzó a difundirse en septiembre, ha sumado más de 5.500 firmas de ciudadanos particulares y han logrado la adhesión de más de 150 organizaciones, entre ellas, sindicatos, plataformas vecinales y ecologistas, asociaciones de agricultores, hermandades o partidos políticos.
En el documento de la plataforma se destaca que “hoy Doñana se encuentra más amenazada que nunca por una actividad incompatible con su naturaleza y con la actual normativa en vigor”, refiriéndose al proyecto de extracción –y posterior inyección– de gas que pretende acometer Gas Natural Fenosa, que quiere convertir el subsuelo del parque en un almacén de gas. Para el colectivo, las autorizaciones otorgadas a este proyecto vulneran la legislación y, sobre todo, “van en contra del interés general, poniendo al servicio de intereses particulares un patrimonio que es de todos y todas”. Por ello, la plataforma Salvemos Doñana exige a las administraciones, tanto central como regional, que pongan en marcha “de forma inmediata” las medidas legales y jurídicas que permitan la paralización de este proyecto, “cuyas consecuencias sufriremos todos y todas”.
Tal y como ha señalado Juan Romero, portavoz de la plataforma, “los cuatro proyectos de almacenamiento de gas en el yacimiento Marisma afectan a espacios naturales con algún tipo de protección". Además de los dos que no obtuvieron la Autorización Ambiental Unificada (AAU) por estar en el Entorno Natural Doñana, los otros dos, Marismas Occidental y Aznalcázar, afectan parcialmente a la Red Natura 2000, incluso el más alejado afecta al Corredor Verde del Guadiamar. "Todo ello, -continúa Romero- exige el estudio de afección sinérgica que la Unión Europea exige y aplicar el principio de precaución por los déficits detectados en la evaluación de la afección a Red Natura 2000 por no estar asegurado que no causen perjuicio a la integridad de la comarca. Por ello, nos oponemos al proyecto de industrializar el subsuelo de Doñana".
Romero también ha recalcado que “aunque el proyecto Marismas Occidental tenga de momento los parabienes administrativos necesarios para ejecutarse, tenemos que pensar en experiencias similares. Hay una bastante reciente, que es el yacimiento Castor en el mar frente a la costa de Castellón, que tuvo que ser detenido y desistido tras más de 400 movimientos sísmicos que ya se ha demostrado que provocó. En Doñana no queremos comprobarlo, es en tierra y la complejidad tectónica de la zona está siendo puesta en la palestra estos días con estudios geológicos recientes. Volvemos al principio de precaución, sin certezas no debe permitirse el proyecto de Gas Natural, desde la Plataforma Salvemos Doñana nos oponemos al método ensayo-error en Doñana". El portavoz de la plataforma ha incidido en que además de los riesgos sísmicos, hay riesgo de posible contaminación del acuífero durante el desarrollo de los trabajos, puesto que hay que hacer las perforaciones a través de la masa de agua con productos muy peligrosos.
El colectivo insiste así en que la actividad de extracción y almacenamiento de gas en esta zona “no es compatible con el desarrollo sostenible en Doñana y su entorno”, y reprocha que toda la inversión destinada en las últimas décadas a su conservación, así como el esfuerzo de la ciudadanía, que durante todos estos años sí ha adaptado su actividad económica y sus modos de vida para conservar Doñana, “se pretendan tirar a la basura para el único beneficio de una empresa privada”.
“No lo vamos a permitir”, señalan desde la plataforma, que seguirá buscando adhesiones en las próximas semanas, difundiendo su manifiesto a nivel nacional e internacional e instalando mesas informativas en las calles de nuestros pueblos y ciudades “para concienciar a la ciudadanía de lo que nos jugamos si permitimos que este proyecto siga adelante”. Asimismo, la plataforma Salvemos Doñana tiene previsto convocar una gran movilización en el mes de noviembre en la que visibilizará en la calle la oposición de la mayoría ciudadana al proyecto gasístico. “Seguiremos informando a la ciudadanía sobre los valores y la riqueza de este espacio para que entre todos y todas garanticemos su conservación, y trabajaremos con todos los sectores económicos y colectivos locales de la comarca para hacer de Doñana un ejemplo en el mundo, de riqueza natural, calidad de vida y desarrollo sostenible”, concluyen desde el colectivo.