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El Puerto

Tarde apoteósica con la terna lidiando contra “viento y marea”

Tercer y último festejo de la Feria del Caballo 2016 con los diestros Juan José Padilla, José Tomás y José Mª Manzanares

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Jerez de la Frontera, tercero y último festejo de la Feria del Caballo 2016. Seis toros de Núñez del Cuvillo de correcta presentación para esta plaza y destacando el 2º (premiado con vuelta al ruedo), tercero  y cuarto. Juan José Padilla (azul noche y oro): saludos y dos orejas; José Tomás (Verde y oro): dos orejas y rabo y oreja; José Mª Manzanares (marino y oro): dos orejas y silencio. Incidencias: Lleno de no hay billetes.

Tarde ventosa  y con lluvia desde la muerte del segundo toro. La terna saludó al romperse el paseíllo. Desde una barrera de sombra presenció la corrida S.M. emérito D. Juan Carlos I (que aguantó impertérrito la lluvia)  acompañado de su hija la Infanta Elena.

Padilla recibió a su primero por Tafalleras. Con las banderillas no estuvo acertado,  tanto es así que en el tercer par, que realizaba en la suerte de dentro hacia afuera, fue volteado de fea manera quedando conmocionado y pasando a la enfermería.

A los cinco minutos volvió al ruedo con un esparadrapo sobre la sien derecha que cubría una herida producida durante el percance. Brindó su faena a S.M. D. Juan Carlos y plantó cara a un  toro que no era nada claro en sus embestidas y tenía un peligro sordo, sobre todo por el pitón izquierdo,  que gran parte del público no captó.

Lo lidió por ambos pitones y alegró al público con unos vistosos molinetes de rodillas y manoletinas antes de entrar a matar.  Logró una buena estocada después de un pinchazo. Saludó desde el tercio.

En su segundo toro salió a por todas recibiéndolo con una larga en el tercio y parándolo con buenas verónicas. Lo llevó a caballo  galleando por chicuelinas y a la salida del mismo le interpretó un quite por faroles.

En este toro sí estuvo bien con los palitroques destacando el primer par de poder a poder. Brindó al respetable y echó las rodillas en tierra para darle nueve inmensos pases en redondo de gran empaque rematados con uno de pecho también de hinojos, todo ello realizado en el centro del ruedo. Siguió con series de derechazos limpios ante un toro que metía muy bien la cara en la muleta.

También lo intentó con la zurda aunque el toro por este pitón tenía menos pujanza. Después tiró del repertorio de redondos invertidos,  arrimones y desplantes rodilla en tierra encandilando a la afición. Tras una buena estocada paseó dos orejas.

José Tomás volvía a lidiar toros de Núñez del Cuvillo desde que en mayo de 2011 surgieron discrepancias entre ganadero y diestro por, al parecer, un mal entendido. Pues desde hoy creo que las aguas volverán a sus cauces y el de Galapagar se anunciará alguna que otra tarde más con los astados que pastan en “El Grullo”.

A su primer toro lo recibió por verónicas para luego recetarle cuatro ceñidas chicuelinas rematadas con media verónica que levantaron al público. Tras el tercio de varas realizó un estático quite de frente por detrás en los medios dejando llegar muchísimo al astado antes de sacarle el capote.

Brindó al público y en el mismo centro del anillo, donde después realizó toda la faena, lo pasó por estatuarios rematados con trincherillas y el de pecho. La plaza era un clamor cuando se echó la muleta a la mano derecha  para torear por redondos.

El punto álgido de la faena fue el toreo con la “mano del dinero” toreando muy despacio, casi casi al “ralentí”  y arrastrando la muleta por el albero. El toro no metía la cara con franqueza pero el de Galapagar alargaba las embestidas con el  toque de muñeca que solo tienen algunos privilegiados y que hacía que el animal tuviese un tranco más en el remate de los naturales.

Además siempre  salió y entró de manera muy torera de la cara del toro. Con la plaza convertida en un delirio lo cerró hacia el tercio con pases por alto y lo despenó de una gran estocada. Las dos orejas y el rabo de “Lanudo” fueron a parar a manos del torero después de que el astado recibiera una vuelta al ruedo.

En el quinto de la tarde sufrió un desarme en el recibo con el capote. El toro en el encuentro con el caballo rompió el palo y descabalgó al varilarguero. El torero  (que no brindó protocolariamente al Rey emérito como lo hicieron sus dos compañeros de cartel), lo sacó hacia el tercio por bajo flexionando la rodilla. El animal era brusquito en sus embestidas y soltaba la cara.

El diestro logró algún muletazo meritorio sobre todo al natural realizados de uno en uno y con gran firmeza. Sacó del toro todo lo que tenía, tanto es así que éste terminó buscando el abrigo de las tablas. Tras una estocada y pese a que el tercero levantó en dos ocasiones al toro con la puntilla, le cortó una oreja.

A Manzanares lo he visto mucho más a gusto hoy que en las últimas actuaciones que le he presenciado. Al alicantino le hacía falta topar con un toro como el que ha tenido en primer lugar esta tarde en Jerez para volver por sus fueros. Lo recibió con buenas verónicas rematadas con dos chicuelinas y media.

Tras el reglamentario paso por el peto realizó un quite por chicuelinas marca de la casa. Comenzó su faena sin apreturas y abriéndoles los caminos al toro para que éste se fuera afianzando. Una vez que se hizo con las buenas embestidas de su oponente lo toreó en redondo.

Tras unas tandas con la diestra decide interpretar su toreo al natural logrando pases muy templados y de gran belleza estética, rematados con larguísimos pases de pecho enroscándose al burel al cuerpo.  Lo mató de una estocada en la suerte de recibir y cortó dos orejas.

Al sexto lo lanceó por verónicas rematadas con revolera.  En la muleta el toro pesaba mucho y reponía entre pase y pase cosa que molesta mucho a los toreros y más en una tarde tan ventosa como la que han sufrido hoy. 

No obstante el diestro a base de paciencia logró robarle algún buen pase aunque la faena tardó en coger vuelo.  Tras una estocada no anduvo fino con el descabello siendo silenciada su labor.

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