El domingo fue un día de actividad casi frenética en Arcos, ya que a la alegría de la Fiesta de la Bicicleta en plena calle se le sumó una nueva edición de ‘La Chicharroná’, la primera de las fiestas gastronómicas en torno al Carnaval y que sirve también de primera toma de contacto de las agrupaciones locales con su público.
La jornada celebrada en el Paseo de Andalucía con gran animación, pues el día fue prácticamente primaveral con un sol muy agradable, registró en primer lugar la actuación de la chirigota ‘Los Inrritaitos’, cuyo tipo es de ‘persona mayor’ malhumorada por la política, las desigualdades sociales y otras vicisitudes. La chirigota hace una clara crítica social a los asuntos del municipio.
Después se realizó una pausa para degustar 125 kilos de chicharrones, lo cual significó el reparto de 1.125 bolsas del exquisito producto cárnico servido por gentileza de los comercios colaboradores. Reanudó el acto la comparsa ‘Los Cupidos Bandidos para los que están Dormidos’, cuyo repertorio también es una crítica social, con un original tipo de Cupido sátiro.
El acto carnavalesco contó con la intervención del alcalde, Isidoro Gambín, y del delegado de Fiestas, Raúl Lozano, quienes invitaron a los arcenses a disfrutar de los actos oficiales y quienes, acertadamente, aplaudieron las letras y cuantas críticas se lanzaron a través de ellas, pero que nacen del espíritu crítico intrínseco a las fiestas. El regidor señaló que “el carnaval es democracia, la democracia que emana de los ciudadanos y que debe hacer reflexionar al equipo de Gobierno y al alcalde con las criticas que recibimos”, según palabras del propio Gambín, quien, además, expresó su agradecimiento a las agrupaciones “por hacer grande el Carnaval de Arcos”.
Por último, actuó la chirigota ‘Arcos Ladra’, con un tipo que emula al personaje oculto tras un perfil falso en redes sociales, una especie de criticón empedernido y obsesionado. Sus integrantes salieron a escena con un ordenador portátil para escenificar el medio -por Internet- por donde se produce la mayoría de las críticas sociales.
Antes, subieron al escenario los niños del colegio El Santiscal, concretamente dos agrupaciones, las llamadas ‘Los Pitufos’ –su tipo de era de fuerzas de seguridad- y ‘Los Piratas de El Santiscal’ con sus loros incluidos.
