Considera que la “eterna inaplicación del Tratado de Utrecht, y por tanto los flecos que aún perduran, ocasiona choques diplomáticos como el actual con respecto al llamado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), en el que Reino Unido y España han matriculado cada uno la misma zona marítima. Los polvos de entonces traen, como se puede observar, el fanguizal diplomático y reivindicativo actual”.
Juárez muestra su apoyo a la actitud mostrada por España pero advierte que “no deben esperar nuestras autoridades que surjan los problemas para buscar las soluciones. Ha pasado mucho tiempo y toda la ciudadanía cree que el tema del contencioso, especialmente lo contemplado en Utrecht, es algo irresoluble, cuando no debe ser así”.
Tres son los asuntos, añade el primer edil linense que del Tratado de Utrecht deben depurarse “sin dilación de tiempo: las aguas, el espacio aéreo y el istmo. El primero de ellos está ahora de plena actualidad, en el segundo no hay problema porque cada aeronave que despega de Gibraltar inmediatamente contacta con los responsables de ese espacio aéreo español que están en Sevilla, quedando el istmo como el más complicado de solucionar”.
Sobre este último, advierte Juárez que con independencia de lo que reivindique, exija o lleve a cabo la diplomacia española, “La Línea de la Concepción y su término municipal es el que debe hacerse cargo de los terrenos en los que se asienta el aeropuerto”.
“Ese suelo fue usurpado a España y no entiendo el motivo por el que no existe la devolución. Sólo espero que no tenga que pasar trescientos años más para finiquitar lo que está acordado y escrito. La Línea estará esperando solución a ese apartado”, concluyó Juárez.