La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha confirmado que "no hay indicios" de que el torero Enrique Ponce haya cometido un delito de estafa, tras la querella de dos empresarios cordobeses por la supuesta comisión de dicho delito en el proceso de compraventa de una finca propiedad del diestro en la provincia de Jaén.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la Audiencia de Córdoba ha acordado desestimar el recurso interpuesto contra Enrique Ponce, y en este caso "confirma en su integridad" la resolución del Juzgado de Instrucción número 2 de Córdoba, que consideraba que "no se había constatado indicio alguno de la comisión del delito a que se aludía en la querella", y por la que el torero declaró en calidad de imputado.
Al respecto, el juzgado decidió archivar este caso, "porque no considera que los hechos sean constitutivos de delito", si bien la decisión se apeló a la Audiencia Provincial, que ahora ha desestimado dicho recurso, tras impugnarlo la defensa y el Ministerio Fiscal. Desde la acusación consideraron que el archivo fue "totalmente injusto, porque se ha archivado de manera rápida".
En concreto, la versión de los empresarios es que el torero supuestamente no habría reconocido el presunto papel de intermediarios por parte de los empresarios, que, según su versión, fueron ellos quienes consiguieron un comprador para la mencionada finca.
En este sentido, los empresarios le reclamaban a Enrique Ponce unos 178.000 euros, una cantidad que entienden que es la que debían haber cobrado una vez se efectuó en junio de este año la venta de la finca, por unos 5,7 millones de euros, después de que, según los empresarios, el diestro supuestamente les encargó en enero de 2014 que buscaran un comprador para la finca.
En el proceso de búsqueda, presuntamente manifestaron en varias ocasiones su deseo de que Ponce reconociera en un contrato por escrito su papel de intermediarios y la comisión pactada, aunque apuntan que no fue posible a pesar de la insistencia de los empresarios que aseguran haber encontrado un comprador para la finca.