El Valencia no logró cerrar su presencia en la próxima edición de la Liga de Campeones al empatar a un gol con un buen Celta de Vigo, en un partido en el que los valencianistas fueron de menos a más ante un rival que dominó varias fases del encuentro.
Al Valencia le bastaba con ganar hoy para certificar su presencia en la máxima competición europea de clubes de la próxima temporada pero un gol a los siete minutos de Pablo Hernández puso cuesta arriba la empresa valencianista, que sólo pudo empatar, mientras que el Sevilla, su rival por la cuarta plaza, ganó al Almería.
A una jornada de concluir el campeonato el Valencia es cuarto con 73 puntos, seguido del Sevilla con 73, por lo que hasta la última jornada no se sabrá qué equipo acompaña a Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid en la Liga de Campeones.
Empezó el Valencia fuerte, con tres aproximaciones al área del celta, pero fue el conjunto vigués el que abrió pronto el marcador, ya que a los siete minutos un cabezazo de Pablo Hernández tras un córner sacado por Nolito se coló por la escuadra sin que el brasileño Diego Alves pudiera hacer nada para evitar el gol.
El gol espoleó al Celta ante un Valencia que se descentró y empezó a perder la fuerza con la que inició el partido. Además, el equipo de Nuno Espirito Santo carecía de ideas ante un rival bien plantado sobre el terreno de juego.
Con el paso de los minutos el Valencia no logró centrarse y aunque se acercaba a las inmediaciones de Sergio la mayor claridad de ideas del Celta hacía inútil cualquier intento de los locales por equilibrar el marcador.
A dos minutos de llegar al descanso Sergio evitó el empate al rechazar un remate muy cercano de Paco Alcácer en el primer palo tras un pase de Gayà.
Tras el descanso el Valencia volvió salir con fuerza. Primero fue Feghouli el que desaprovechó en el primer minuto una ocasión, tras un buen control y un mal disparo y acto seguido el argentino Nicolás Otamendi estrelló el balón en el larguero después de un cabezazo y su compatriota Pablo Piatti remató en la siguiente acción al lateral de la portería.
Perdida la efervescencia inicial, el Celta volvió a inquietar la portería de Diego Alves, si bien el conjunto valencianista siguió intentándolo con un Paco Alcácer muy activo pero sin fortuna.
Mediada la segunda pare el partido entró en una dinámica en la que ninguno de los dos equipos tenía el control del juego y en cualquier momento podía llegar el gol.
Así, un balón que no logró atajar Sergio tras un disparo de falta de Dani Parejo fue aprovechado por Otamendi en el rechace para igualar el marcador a veinte minutos del final.
El gol revolucionó al Valencia, que se fue en busca del segundo gol, y puso cerco a la meta del conjunto gallego, que pasó por los peores momentos del partido, aunque el marcador ya no se movió y el Valencia deber rematar la faena en la última jornada con una victoria en Almería.