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Jaén

Ecologistas impulsan una campaña nacional desde Jaén para denunciar tendidos eléctricos peligrosos para las aves

Desde principios de año, Siece ha inspeccionado más de 400 kilómetros potencialmente peligrosos

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La Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas (Siece) ha puesto en marcha desde Jaén una campaña nacional para localizar y denunciar los tendidos eléctricos peligrosos para las aves y exigir así cambios que eviten la muerte de más ejemplares por electrocución.

   Desde principios de año, Siece ha inspeccionado más de 400 kilómetros potencialmente peligrosos, en su inmensa mayoría en la provincia de Jaén, aunque también en Málaga, Córdoba, Cádiz y Ciudad Real. Es en estas inspecciones donde han localizado cadáveres de 377 aves, algunas de ellas especies protegidas como garduñas o águilas bonelli, entre otras y algunas como las águilas perdiceras en peligro de extinción.

   Javier Pulpillo, biólogo de Siece, ha explicado a Europa Press, que la iniciativa bajo el título 'Pon un tendido en tu punto de mira' está muy extendida en Jaén donde ya se llevan cuatro meses de trabajo, pero se está impulsando su difusión a nivel nacional porque lo que se busca es "crear una red de voluntarios" por toda la geografía que sitúen en el mapa los tendidos potencialmente peligrosos.

   Para ello, y con el nombre de la campaña, han abierto un perfil en Facebook a través del cual cualquier persona puede recibir información sobre cuáles son los tendidos potencialmente peligrosos y situarlos en una mapa, además de comunicar el número de cadáveres que han localizado en esos puntos.

   En el poco tiempo que llevan trabajando ya han localizado numerosos restos de aves, algunos de ellos inidentificables "por tratarse de huesos sueltos, debido al tiempo transcurrido desde su electrocución o colisión, aunque en ocasiones sí que hemos podido averiguar la especie concreta a través de los cráneos, garras o plumas encontrados".

   Muchas de estas especies utilizan los postes como oteaderos desde los que divisar a sus posibles presas, o simplemente los utilizan como lugar de descanso desde el que, además, pueden observar la llegada de posibles predadores.

   En la provincia de Jaén, la presencia de estos tendidos, que carecen de aislamiento con medidas anti-electrocución para aves, son "una auténtica trampa" en las amplias extensiones de monocultivo olivarero, especialmente para las aves rapaces y otras especies de mediano y gran tamaño. Sin embargo, no son las únicas especies que mueren electrocutadas al posarse o colisionar con los tendidos eléctricos.

   "Hace unos años, los cazadores eran un peligro para las aves. Ahora, los cazadores son aliados y las cifras nos llevan a luchar por la corrección de los tendidos peligrosos", señala Pulpillo, al tiempo que pone de manifiesto la "incongruencia" de que se estén invirtiendo "millonadas" para la protección e introducción de determinadas especies, y "no se haga frente al problema de los tendidos". Para Pulpillo es necesario que tanto las compañías eléctricas como las administraciones públicas "tomen cartas en este asuntos" y corrijan estas deficiencias que están provocando la muerte de tantos ejemplares

   A través del Facebook y del enlace a su página, Siece hace un llamamiento a todas aquellas personas que quieran colaborar comunicando si encuentran algún animal con claros signos de haber sido electrocutado, junto a un tendido eléctrico. Para ello, sólo tienen que enviar a info@siece.org las coordenadas de la ubicación del tendido o animal. También se puede colaborar realizando
realizando recorridos de tendidos completos para lo que "facilitamos un manual detallado" con toda la información para localizar los tendidos potencialmente peligrosos.

   De los cuatro meses de campaña que llevan, Siece ha interpuesto cuatro denuncias en el Seprona de la Guardia Civil y también en Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El objetivo, insiste Pulpillo, no es otro que pedir la modificación de la normativa actual para que obligue a adecuar los tendidos eléctricos por su alto impacto en la fauna y que ahora solo obliga a la impermeabilización del cableado a aquellos que se encuentran dentro de parajes protegidos.

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